El Partido Poular ya ha empezado su campaña de recogida de firmas. Como hace quince años contra el Estatut, ahora lo hacen contra los indultos a los presos políticos independentistas. El objetivo que se han fijado es recoger hasta 100.000, y este mismo miércoles ya tenían instalada una carpa en el acomodado barrio de Salamanca de Madrid. La hoja de recogida de las firmas apela a la Constitución española, pero también a la "concordia" o la "convivencia", los mismos conceptos que ha utilizado el presidente español Pedro Sánchez para justificar la medida de gracia
El documento que recoge el nombre y apellidos, el número de DNI y la firma pide la rúbrica "en defensa de la Constitución, la justicia y la igualdad de todos los españoles" y "a favor de la convivencia, la concordia y el estado de derecho". Y añade: "Por España, pedimos su firma contra los indultos del Gobierno de Pedro Sánchez a los condenados por sedición y malversación. ¡Paremos esta deriva! ¡No a los indultos!".
Este martes, los populares instalaron la primera mesa|tabla de recogida de firmas delante su sede, en la calle Gènova de Madrid, y este miércoles han montado otras en la capital española. En paralelo, también han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma change.org, que este miércoles al mediodía ya ha conseguido más de 7.000 apoyos. Nada impide, pues, que una persona pueda firmar dos veces.
Sánchez asume el coste
La tormenta ha sido colosal, tanto de la derecha y la extrema derecha como de barones y viejos dirigentes socialistas. Pero Pedro Sánchez parece determinado a conceder los indultos a los presos políticos independentistas. Ayer lo reiteró desde de Alcalá de Henares, donde celebró una cumbre con el gobierno populista de Polonia. Desde el paraninfo de la universidad, el presidente español insistió en que hace falta "recomenzar" y "transitar de uno malo pasado a un futuro mejor". Y asumió asumido el eventual coste político.
Preguntado justamente por el hipotético coste político de indultar a los dirigentes independentistas, el presidente del Gobierno negó la mayor: "Ayudar a resolver los problemas no representa un coste. El coste para el país sería dejar las cosas enquistadas". Dicho esto, tiró atrás hasta su discurso de investidura, donde habló de "desjudicialización" y de "reanudar la vía de la política". Eso significa, para Sánchez, "volver a la senda del diálogo, la negociación y el pacto dentro de los márgenes que nos permite la Constitución".