Sólo quedaba materializar la amenaza de sanción y se ha acabado cumpliendo. Cayetana Álvarez de Toledo, cada vez con menos amigos dentro de su partido, ha sido sancionada por el mismo Partido Popular. No le perdonan que se saltara la disciplina de voto para renovar el Tribunal Constitucional y, menos todavía, que posteriormente se haya dedicado a ir de gira para hacer caja con un libro que explica las miserias de algunos populares con quienes, de un tiempo a esta parte, confiaban en ella.
Por todo ello, el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso ha sancionado con una multa de 500 euros a la ahora ya exportavoz del PP Cayetana Álvarez de Toledo por no haber dado apoyo a la elección de los candidatos que la formación pactó con el PSOE y Unidas Podemos para renovar el Tribunal Constitucional, desmarcándose así de las directrices del partido. Así lo ha informado este viernes la misma Álvarez de Toledo a través de un mensaje en las redes sociales que ha acompañado con las fotografías de los documentos de esta sanción.
Piensa recurrir la multa
"Ayer, 30 de diciembre, a las nueve y media de la noche, recibí estos documentos en los que se me exige una aportación extraordinaria a las finanzas del PP. Presentaré recurso", ha tuiteado. El escrito concluye que, "valoradas las pruebas aportadas en relación con el expediente sancionador incoado por no respetar la línea política marcada por el Grupo en la votación de la sesión plenaria del pasado 11 de noviembre del 2021", se sanciona a Álvarez de Toledo.
No la quieren en ningún sitio
Según recoge otro documento aportado por Cayetana Álvarez de Toledo referido a esta sanción, se revela que se trata de una infracción "tipificada como falta grave", según los Estatutos del Grupo Parlamentario Popular, por no haber respetado la línea política marcada por la dirección del PP "de obligado cumplimiento para todos los diputados". Eso sí, esta resolución tiene posibilidad de recurso durante un plazo de siete días naturales: "Si no se presenta este recurso en este plazo, la resolución será considerada firme y tendrás que hacer efectiva la sanción".
Definitivamente, Álvarez de Toledo no levanta pasiones en ningún lado: desde una guerra personal con Pablo Casado hasta el discurso contra el independentismo catalán. En este último aspecto ha hecho un llamamiento que tenía un cariz más bien belicista que cualquier otra declaración: "Donde ha habido un repliegue del Estado, tiene que haber un despliegue del Estado", declaraba en Aquí Cuní, de la Ser Catalunya, el pasado 2 de diciembre. Y en lo que se refiere al aura mediática que se ha creado ella misma de su personaje, se excusa con el exceso de intelectualidad con que siempre quiere acompañar sus discursos: "Soy arrogante, lo acepto".