El PP mantiene el gobierno de la Región de Murcia después de fracasar la moción de censura presentada hace justo ocho días por el PSOE y Ciudadanos, una iniciativa que ha causado un terremoto en la vida política española que puede acabar con la desaparición de la formación naranja. Ninguna sorpresa de última hora este mediodía después que los diputados díscolos de Vox anunciaran ayer miércoles que votarían en contra de desalojar a Fernando López Miras del Palacio de San Esteban.
Así, los 21 votos a favor de la moción de censura de los 17 diputados del PSOE, los dos de Podemos y dos escaños de Ciudadanos no han sido suficientes para alcanzar la mayoría absoluta de 23 escaños. Han votado en contra los 16 representantes del PP, uno de Vox y los tres expulsados de este partido, y tres diputados tránsfugas de la formación naranja, mientras que el presidente de la cámara, Alberto Castillo (Cs), se ha abstenido.
Los díscolos de Vox
El apoyo de los diputados díscolos del Vox no saldrá gratis al PP. Los populares habrían pactado la implantación del pin parental con ellos a cambio de su apoyo, y no se descarta que formen parte del gobierno regional. Hará falta esperar a los próximos días para ver como se ha pagado López Miras los apoyos necesarios para superar la moción de censura gracias, inicialmente, a los tránsfugas de Ciudadanos y, después, de los de Vox.
Sabedor de la que moción fracasaría, el secretario general de los socialistas murcianos, Diego Conesa, ha advertido al presidente regional, Fernando López Miras, y al PP durante su intervención previa a la votación: "Compraréis las voluntades de los representantes de la ciudadanía, pero no convenceréis a la gente honrada de esta Región".
Mala imagen
Conesa ha alertado de la mala imagen que proyecta la región que, ha asegurado, se ha convertido en un "laboratorio de la ultraderecha, la corrupción del gobierno, las vacunaciones irregulares de altos cargos de su partido, la degradación ecológica, y, ahora, la compra de voluntades en carne viva".
El Partido Popular supera así el primer embate autonómico y se concentra en la batalla de la Comunidad de Madrid. Las encuestas dan como vencedora a su candidata, l'actual presidenta Isabel Díaz-Ayuso, si bien necesitará del apoyo de Vox y quizás de Ciudadanos, una formación que se encuentra en plena crisis, con una desbandada de cargos electos hacia el PP o el grupo mixto.