Horas después de que Pedro Sánchez anunciara en una entrevista que este viernes su partido y Unidas Podemos registrarían en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para reformar el delito de sedición, que se convertirá en "desórdenes públicos agravados", desde el PP se han mostrado enfurecidos y han denunciado que el presidente del Gobierno demuestra así que "el Código Penal de nuestro país es la moneda de cambio con el independentismo para facilitar su permanencia en la Moncloa un año más", en referencia al apoyo que podría recibir de ERC, todo considerando que las leyes españolas no pueden depender de los independentistas catalanes: "Las leyes de España no se pueden redactar en la sede de ERC por la conveniencia de Sánchez". El presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, se ha pronunciado en la misma línea, acusando a Sánchez de poner sus intereses personales por encima de España y se ha mostrado convencido que hay una "mayoría social que no acepta más mentiras de este gobierno ni más chantajes del independentismo".
"Ni la Constitución ni el estado de derecho se pueden rendir a las necesidades de ningún dirigente político y, todavía menos, a las de aquellos que se levantaron contra nuestra nación", en referencia a los presos políticos y a la celebración del referéndum del 1 de octubre. Uno de los principales motivos que ha dado Pedro Sánchez para intentar convencer a los españoles sobre la necesidad de modificar el delito de sedición, que según las encuestas están en contra (incluso los votantes socialistas), es que se tiene que homologar al resto de países europeos, donde|dónde este delito o ni siquiera existe o tiene unas penas mucho más reducidas. Ante esta situación, el PP ha remachado que en "ningún país europeo se tocaría el delito de sedición de la mano de los sediciosos", en referencia a ERC, mientras que desde Junts el presidente Carles Puigdemont ha denunciado que con esta reforma "no se desjudicializa nada".
La reforma de la sedición, una "barbaridad política"
Después de criticar la reforma del delito en sí, el PP ha cargado en las redes contra el presidente del Gobierno, con quiénes se han mostrado muy duros durante toda esta legislatura y a quién ahora atacan todavía con más intensidad. De hecho, acusan en Sánchez de renunciar a ser el presidente de todos los españoles "porque España no comparte las prioridades políticas de un gobierno rendido a políticos fugados o dirigentes con una sentencia firme para utilizar instituciones autonómicas contra España y su unidad territorial", en referencia a los exiliados y a los presos políticos, aunque desde Bruselas siempre se ha rechazado una solución personal a su situación, que es la manera en que se interpreta esta reforma. Dentro del PSOE también hay personas que comparten parte de esta visión, como el manchego Emiliano García Page, que reclamaba que primero volvieran los exiliados y después de ser juzgados se reformara el delito. Ahora, Sánchez también tendrá que explicar su decisión a los barones más críticos con el independentismo.
Yendo más allá, los populares han acusado en Sánchez de ser indigno "de la tradición democrática del PSOE" y han pedido a los socialistas que no callen "ante este episodio sin ser cómplice expreso de esta barbaridad política". "El silencio de sus cargos intermedios es una traición a los valores que un día decidieron representar", han continuado los populares en una sarta que ya ha compartido el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo.
Sánchez humilla en España, según el PP
En este contexto convulso, el PP ha recuperado una de las ideas que puso sobre la mesa cuando decidió cortar las negociaciones con los socialistas por la renovación del CGPJ después de que estos plantearan modificar el Código Penal para reformar la sedición: "Habrá entendimiento entre las dos grandes fuerzas, pero será con otro PSOE y este PP. Uno en lo que no esté Sánchez que hoy ha humillado una nación que merece un gobierno más digno de lo que hoy tiene que sufrir y un nuevo proyecto garante de mayor calidad democrática.
Las palabras de Feijóo
En una línea muy similar el presidente del partido y líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo: "Siento tener razón en que Sánchez pone siempre su interés político por encima del de España. Es una irresponsabilidad histórica corregir el trabajo del Supremo de la mano de los condenados y una gran ingenuidad porque el independentismo nunca, jamás, se conforma", ha escrito en redes. Yendo más allá, también se ha mostrado convencido que existe una mayoría social "que no acepta más mentiras de este gobierno ni más chantajes del independentismo".