El Partido Popular ha ignorado la manifestación de este fin de semana convocada por la ANC en las calles de Barcelona —bajo el lema "República ara"— cuando en rueda de prensa ha asegurado que "nadie echa de menos a los independentistas en la Generalitat". Los populares se fundamentan en la evidencia de que la "crispación, ni conmoción social, que algunos aventuraban" con el 155 no fue tal, según el portavoz de comunicación Pablo Casado. "Quizás porque llevaban muchos años haciendo políticas identitarias", ha cargado el popular, ante la parálisis de la investidura.
La cuestión es que Casado en ningún momento ha citado la manifestación soberanista —que supuso un toque de atención ciudadano ante el fracaso en la formación de Govern—, al par que sí ha anunciado que este fin de semana el PP estaría presente en la protesta convocada por Societat Civil Catalana (SCC) en Madrid. Por el lado del PP catalán, el portavoz también ha informado que la vicesecretaria y diputada Andrea Levy iría a la manifestación en Barcelona, el sábado. "La sociedad catalana se tiene que seguir moviendo, no puede ser rehén de los consejeros fugados, ni del expresidente en Bruselas", ha indicado el popular, quien ha abogado para recuperar la actividad en el Parlament.
Por eso, ha pedido al representante de la institución Roger Torrent que deje de cuadrar agendas de las personas que "tienen problemas con la Justicia", en alusión a Jordi Sànchez, a la vez que ha pedido a los "otros constitucionalistas", en referencia a Ciudadanos, que hagan lo posible para "desbloquear" la investidura. Incluso, ha instado a no proponer alguien con causas penales —como Jordi Turull, que descolocaría a La Moncloa, según explicaba El Nacional—. "Se intenta alargar una agonía cuando los propios catalanes quieren normalidad en sus vidas", ha zanjado.
En lo que no ha querido entrar el portavoz es su partido sería partidario de acercar a los presos del proceso soberanista a centros penitenciarios catalanes —tema con que sí se había pronunciado la formación popular con los presos vascos, mostrándose claramente contraria—.
Ante ese escenario, el PP busca recuperar la normalidad, poniendo el ejemplo del pago de la paga extra a los funcionarios mediante el 155.
La calma, si bien, no parece que tenga que llegar, ya que los frentes se suceden en el Congreso. Mariano Rajoy comparecerá este miércoles en un pleno monográfico sobre pensiones, donde previsiblemente descartará que estas se puedan equiparar al IPC, como quiere la oposición. Por el contrario, el presidente intentará evidenciar que las protestas de PSOE y Podemos, sobre subir la retribución de los jubilados no son factibles, sino que hace falta "despolitizar" el tema y volver al Pacto de Toledo, como explicaba este diario.
En última instancia, los populares amenazan con mantener las reválidas de la ley Wert, después de que la izquierda española se levantara de la mesa de negociación del Pacto Educativo, la semana anterior —por el lado de los socialistas, porque no se incrementaba en un 5% el gasto educativo, algo que, según Casado, depende de las autonomías—. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, sin embargo, no se pronunció sobre mantener la LOMCE el viernes pasado en el Consejo de Ministros, aunque fuentes populares se adelantan considerando que "si no hay acuerdo, esta es nuestra medida".