La suspensión del autogobierno de la Generalitat entrará en vigor de forma inmediata después de que el Consejo de Ministros lo rubrique esta tarde y el acuerdo se publique en el BOE el sábado. Mariano Rajoy ha obtenido el aval del Senado para cesar al Govern en pleno atribuyéndose potestades plenas de intervenir gradualmente la administración catalana, a excepción de los medios públicos, gracias a la mayoría cualificada de Partido Popular, PSOE y Ciudadanos. Las tres grandes formaciones del Estado saltaban juntas al abismo inexplorado del 155 después de que el Parlament votara la declaración de independencia.

"Los partidos minoritarios quieren decidir nuestro futuro", denunciaba la senadora de ERC Mirella Cortès sobre un trato sellado en la cámara alta entre tres formaciones que son respectivamente la segunda, cuarta y quinta fuerza en Catalunya. Cortés advertía que el independentismo quería "decidir" sobre sus vidas y por eso se votaría la DUI. La apoyaba el otro representante de la entente independentista, Josep Lluís Cleries (PDeCAT), a quien avisaba que la medida "autoritaria" del 155 no conseguiría "adoctrinar" a los ciudadanos y los ministros no serían reconocidos por los ciudadanos.

 

Por el lado de Unidos Podemos, estos se han enfrentado directamente con los socialistas, después de que el partido de Pedro Sánchez renunciara a la enmienda según la cual se dejaba la puerta abierta a suspender el 155 si el president Carles Puigdemont convocaba elecciones –como ha anunciado al portavoz Ander Gil, una vez sabido que la independencia se aprobaría este viernes. Así y todo, la formación de Pablo Iglesias ha dudado de la plurinacionalidad del PSOE abrazando un acuerdo con Rajoy que "decreta la ruina de España" en palabras muy duras del senador Ramón Espinar.

La cuestión es que el partido de Sánchez ha conseguido modificar tangencialmente el acuerdo aprobado el pasado 21 de octubre en Consejo de Ministros. Sólo han dejado fuera del control de Rajoy el espectro de medios públicos TV3, Catalunya Ràdio y ACN. Es el malestar de los socialistas catalanes resultado del pacto, que se ha hecho evidente con el abandono de la cámara por parte del expresident José Montilla. Se añadía su compañero de partido y expresident de Balears, Francesc Antich, como una muestra de rechazo a la intervención del autogobierno catalán.

El alegato del senador del PNV, Jon Bildarratz ha sido entonces especialmente crudo, pese a que la cámara alta los nacionalistas vascos acostumbran en modular sus denuncias al gobierno del PP, con quien mantienen un pacto de investidura. Bildarratz ha recordado que su partido no votó la Constitución por artículos como el 155, que consideraban "desproporcionado" y una forma de "pisar la dignidad de un pueblo". El jeltzale ha hecho un último llamamiento al diálogo, manteniéndose en su posición de "defender" las naciones del Estado y ha avisado Rajoy de que tendría que "medir sus pasos" en adelante.

Así las cosas, los populares no han escondido su fervor, con un estruendoso aplauso cuando el jefe del Ejecutivo anunciaba en su turno el cese del president electo de la Generalitat. "No hay alternativa", sentenciaba Rajoy sobre la aplicación del 155 recordando que habría sido "suficiente una renuncia" a los planes de independencia, pero esta nunca llegó. El gallego no ahorraba tampoco adjetivos sobre la ruta soberanista, como "violación palmaria de los derechos de todos", o "proceso antidemocrático" puesto en marcha por el Govern y el Parlament.

Con el aval bajo el brazo que otorga a Rajoy "el derecho de España a defenderse", el Consejo de Ministros se reunirá nuevamente esta tarde en la Moncloa en las 17:30h para un encuentro ordinario, seguido de una extraordinaria a las 18h. El gabinete tiene que decidir qué medidas pone en marcha en un primer momento, ya que el aval del Senado supone sólo la bendición al total del paquete. Ahora bien, con el PSOE se pactó una aplicación "progresiva y proporcionada", en función de las necesidades, que podría acelerarse después de que se aprobase la declaración de una Catalunya independiente.