Mariano Rajoy estaba sentado en el escaño del Congreso –aguantándose la cara con la mano– cuando de repente levantó la vista, sorprendido, exhibiendo acto seguido la primera mirada de paternalismo hacia Pablo Iglesias. Era la investidura del exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el líder de Podemos pronunciaba a gritos desde la tribuna las palabras "cal viva", que los socialistas nunca le han perdonado. Casi admirado por la forma cómo Iglesias golpeaba al rival del Partido Popular, este hecho supuso el principio de una relación con visos paternofiliales. Dos gestos posteriores lo han confirmado. El primero, durante la investidura fallida de Rajoy, cuando este le dijo a Iglesias que –quizás– tenía más experiencia que él en gestión pública. El podemita puso cara de alumno. Y después, en la investidura buena de Rajoy, cuando el presidente le hizo saber que había "mejorado" con los SMS –como el de "Luis, sé fuerte"–. Iglesias se rió, sonrojado como un niño. Y ahora que el líder de Podemos se inicia de verdad en el Congreso, desde la Moncloa le dan "clases" de oposición.
La elaboración de leyes
Según ha podido saber El Nacional, personalidades de la secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes se han ofrecido en este inicio de legislatura como guía de los nuevos diputados. Su tarea voluntaria, y meramente esporádica, se extendería al Senado, donde las fuentes comentan que se prestan para ayudar a los portavoces a resolver las dudas que tengan, si bien las fuentes denuncian que este "no es su trabajo". Sin embargo, el objetivo del Gobierno español sería que el Congreso funcionara normalmente y no se repitieran situaciones como la del miércoles pasado.
La noticia saltó porque Iglesias decidió no hacer una pregunta desde el escaño al presidente del Gobierno durante la sesión de control. Eso, a pesar de que Podemos llevaba más de nueve meses denunciando que Rajoy no se sometía al Parlamento. Por el contrario, la formación morada le asignó a su cabeza de lista una interpelación sobre pobreza energética. Este es otro tipo de pregunta, que se hace desde tribuna y la responde el ministro del ramo en cuestión. El partido defiende que esta fue una estrategia para tener más la atención de las "cámaras", pero fuentes consultadas entre varios grupos creen que se "despistaron" y que Iglesias creía que, en realidad, le respondería Rajoy.
Pero esta semana también se ofreció otro consejo a Podemos desde el PP, según ha sabido El Nacional. La formación morada presentó este martes una proposición de ley que obligaría a la Moncloa a subir el salario mínimo, pese a que sólo tiene luz verde aún para su tramitación. Rajoy la podría haber vetado si iba con fecha del 2017 porque el ejecutivo tiene capacidad de veto en aquellas leyes que supongan una modificación del presupuesto. Es lo mismo que Moncloa pretendía hacer con la LOMCE. La cuestión es que, según fuentes de la Secretaría de Estado, se avisó a sus rivales del posible veto para que se pensaran la redacción. Finalmente, la ley va con fecha del 2018 en su primer objetivo de incremento salarial.
Así las cosas, las "clases" de oposición empezaron ya en Moncloa con el Gobierno en funciones, cuando la propia vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, lanzó hace un par de meses una advertencia a los "recién llegados" sobre las proposiciones y las preguntas que algunos grupos habían registrado al Gobierno. Santamaría bromeó en un Consejo de Ministros que algunas de ellas pedían por la posición del Estado en asuntos de otros países. La número dos de Rajoy recordó primero que estaban en interinato político, y segundo, que aquello era el Gobierno de España.
La estrategia de Rajoy
El gesto del Gobierno de Rajoy supone un contrasentido después de que Iglesias les haya tachado varias veces de "la casta" e insinuara que "cualquiera" puede estar en instituciones. Así y todo, empieza a forjarse un clima de opinión en el Congreso sobre que el PP encuentra más conveniente que Podemos no se sienta atacado y permitirle ciertos gestos de oposición para evitar protestas públicas. Por otra parte, el PP acostumbra a presentar ademanes de garantes de una sistema que "sienten que es suyo" –como Podemos ha criticado en varias ocasiones–. "Entre todos nos tenemos que ayudar y hacer que esto funcione", decían fuentes del ejecutivo a este diario, mientras relataban los episodios vividos.
Una segunda lectura consistiría en la posibilidad de proporcionar a la formación morada conocimientos ahora que los socialistas se encuentran inmersos en una crisis, y así Podemos se podría convertir en breve en una fuerza política con más peso. Eso redundaría en debilitar al PSOE.
El PSOE recupera el lugar
Pero en un momento en que Iglesias se erige como oposición "real" porque el PSOE se abstuvo en la investidura de Rajoy, la inexperiencia de Podemos es utilizada por Ferraz para remontar. Por ejemplo, el día después de que el gallego fuera investido, los socialistas se avanzaron y registraron una serie de peticiones de comparecencia para los ministros del Gobierno. El PSOE se colgó la medalla públicamente de la oposición "real", denunciando que la formación morada no se movía hacía días.
Otro episodio proviene de cuando Podemos consiguió con el apoyo de la cámara la admisión a trámite de la ley 25 de emergencia social. Entonces, la portavoz del PSOE, Isabel Rodríguez, cargó: "Ustedes no son tertulianos de televisión, aquí se trata de legislar y esta iniciativa deja mucho que desear. La ley tiene muchos errores de forma y de fondo", dijo Rodríguez. A su vez, el propio líder de ERC, Joan Tardà, votó a favor, pero tachó "chapuza" la propuesta, porque invadía competencias de las comunidades.
La ley no salió adelante porque se convocaron nuevas elecciones, pero los socialistas encontraron la forma de no dejarse ganar ventaja por Podemos: en aquel mismo debate, Rodríguez invitó la formación morada a corregir la ley juntos, en el trámite de enmiendas.
C's toma ventaja
A Ciudadanos la situación les ha permitido alcanzar ciertos privilegios y reivindicarse como oposición "útil" en la batalla que mantienen con Podemos dentro del eje nueva política. Uno de los ejemplos es cuando la formación de Iglesias se quedó fuera del reparto de la mesa del Congreso y de la Diputación permanente durante la legislatura fallida. En aquella ocasión, los podemitas levantaron la sospecha de un acuerdo de la "gran coalición" entre PP, PSOE y C's, pero el tiempo demostró que eso no era así, porque estos tres no formaron ningún gobierno, ni acuerdo de investidura. A su vez, C's denunció que ellos sí habían negociado –eso les permitió hacerse con varios lugares en esos órganos, a pesar de tener menos representación que Podemos.
La diagnosis del problema que hacen fuentes de la formación naranja es la "descoordinación" y una presunta falta de horas invertidas en la tarea, y desconocimiento. "Hay muchos portavoces y a veces tienes que tomar decisiones rápido. Quizás por eso siempre van tarde", dicen unos. "Los de la dirección del grupo vienen poco por aquí. Además, quizás sus asesores saben mucho de estrategia y comunicación política, pero aquí se trata de hacer leyes y actividad parlamentaria. Nosotros somos también nuevos pero dedicamos más esfuerzos", denuncian otras fuentes de C's.
Podemos, hacia el sistema
La bisoñez de Podemos se entrelaza con sus objetivos de futuro. Fuentes del PDECat que han participado en negociaciones con ellos aseguran que es cierto que a su trabajo todavía le falta "un punto de rigor", que no dudan que se puede ganar con el tiempo. Así y todo, las fuentes señalan que la relevancia de fondo es si Podemos está dispuesto a negociar y no caer en maximalismos, haciendo cesiones en su programa electoral para conseguir mejoras políticas. Es decir, a actuar como fuerza del sistema.
Precisamente, este es uno de los debates que vive Podemos actualmente y que su portavoz, Íñigo Errejón, ha señalado en varias ocasiones: solo exhibiendo su utilidad frente a los ciudadanos podrían, quizás, ser la oposición real que quieren ser al PP. Y ese es uno de los otros consejos que Rajoy le lanzó a Iglesias durante el debate de investidura: "Si antes la gente protestaba porque no se sentían representados, y ahora protestan cuando usted está en las instituciones, ¿querrá decir que ya no los representa usted tampoco y que no hace bien su tarea de oposición"?, le espetó.