El diputado del Partido Popular en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, ha pedido al presidente de la comisión, Jean-Claude Juncker, reformar el sistema de euroórdenes para incluir la rebelión. Todo ocurre después de que la semana anterior el tribunal alemán de Schleswig-Holstein denegara la extradición de Carles Puigdemont por rebelión y sólo aceptara hacerlo por malversación. La decisión avivó el euroescepticismo por parte del PP y de Ciudadanos, en relación con el espacio Schengen de libre circulación de personas y mercancías, mientras que el Gobierno de Pedro Sánchez lo defendió.
Según se desprende del texto de la misiva, el diputado insta a Juncker a "propuestas legislativas para poner remedio y aclarar el funcionamiento del sistema de euroórdenes antes de que acabe este periodo legislativo", lo que tendría que pasar por "incluir una nueva categoría de delitos de rebelión, acciones contra la integridad territorial y el marco constitucional de un estado miembro", dentro del listado de 32 delitos para los cuales no es necesaria la doble incriminación.
González Pons reconoce su molestia en la carta, ante la "inacción sospechosa del gobierno" de Sánchez y la "indefensión de España ante la Unión Europea" porque la justicia alemana no haya avalado la totalidad de peticiones del juez instructor del Tribunal Supremo, Pablo Llarena. Así y todo, el diputado europeo afirma que no quiere interferir en el funcionamiento judicial, sino que lo "respeta" pero eso no quiere decir que se pueda mostrar "equidistante" ante la situación.
"Creo en la importancia de las euroórdenes porque han demostrado ser útiles en muchas ocasiones. Pero esta vez nos ha fallado, ha fallado a una nación que se defendió y todavía se defiende de aquellos que están intentando romperla a trozos. Y al final ha socavado nuestra confianza en el sistema", lamenta Pons en la carta, donde asegura que la decisión de Schleswig-Holstein ha causado "profundo malestar" en España.
Así y todo, el lamento no se obvia, como tampoco la crítica al sistema federal de la justicia alemana. "Vivimos, pero, en tiempos extraños. Tiempos en que un tribunal regional puede en sesenta días poner en cuestión una exhaustiva investigación judicial conducida por el Tribunal Supremo de un Estado Miembro desde hace más de nueve meses con el máximo nivel de profesionalismo y basada únicamente en evidencias legalmente demostrables", lamenta.
Por otra parte, clama por el respeto al sistema español, dentro de la UE. "Las euroórdenes funcionan sobre la base del principio de reconocimiento mutuo dentro de un espacio común de libertad seguridad y justicia. El pronunciamiento del Estado Miembro emisor tiene que ser reconocido sin más formalidades y únicamente sobre la base de criterios judiciales", añade.