El antiguo salón de sesiones del Senado se ha convertido este jueves en una coral polifónica del Partido Popular para arremeter contra la amnistía que el PSOE está negociando con Junts y Esquerra Republicana de cara a la investidura de Pedro Sánchez. En esta banda en la que el azul ha predominado, los doce presidentes autonómicos del PP han actuado coordinadamente para poner contra las cuerdas al presidente del gobierno en funciones y al president de la Generalitat, Pere Aragonès, que ha defendido la amnistía y el referéndum y se ha marchado de la cámara alta.

🔴 Pere Aragonès defiende la amnistía en el Senado, DIRECTO | Última hora de la Comisión de Comunidades Autónomas

Desde Galicia a las Illes Balears, pasando por el País Valencià, Aragón y Andalucía, el poder territorial del PP se ha abalanzado contra una "transacción infame" que autoriza a los independentistas a "saltarse la ley" para beneficiar a Pedro Sánchez, a quien han definido como un "vanidoso" que no se ha atrevido a poner los pies en el Senado. Una de las más duras ha sido la balear Marga Prohens, que ha denunciado el "trato de favor" al independentismo, en alusión a los votos de la investidura que, según ha dicho, se han convertido en "una subasta".

"No hablamos de perdonar, sino que hablamos de pedir perdón", ha afirmado Prohens, que ha pedido que se aborden las reclamaciones en espacios compartidos por todas las comunidades, y "no en Waterloo". A continuación, la presidenta balear, que ha combinado el catalán y el castellano, ha dicho que "respeta" a Catalunya, aunque ha apostado por relacionarse "sin tutelas ni complejos", a la vez que ha defendido su ofensiva contra el catalán en las Illes, aduciendo que las lenguas no pueden ser una herramienta de "confrontación" con finalidades "partidistas", sino una vía de "comunicación, diálogo y riqueza".

 

El diagnóstico de Prohens lo ha compartido su homólogo valenciano, Carlos Mazón, que ha negado la existencia de los Països Catalans a los que se ha referido Pere Aragonès en su discurso. "No es solo un sueño, sino un disparate y un insulto", ha asegurado el valenciano, que ha definido la amnistía como un "ataque al estado de las autonomías" que se está negociando "a espaldas" de la mayoría de los españoles. Para Mazón, que ha reclamado mejorar el déficit hídrico y el sistema de financiación en un discurso mayoritariamente en castellano, las negociaciones con Junts y ERC responden a "la vanidad" del presidente español en funciones. El mensaje que lanza el PP es que todas las reclamaciones de las comunidades son legítimas, pero se tienen que resolver en los foros autonómicos, y no en relaciones bilaterales "oscuras" entre Catalunya y el Estado. A Pere Aragonès le han reprochado la "descortesía" de no quedarse a escuchar la opinión del resto de presidentes autonómicos.

Ayuso marca la línea más ultra: "Pronto no habrá españoles"

El paseo triunfal de los barones se ha transformado en una lista de agravios que, según su punto de vista, están causando las legislaturas del gobierno de progreso en el Estado, soportado por los pactos con fuerzas independentistas. El argumento es que, como Sánchez está supeditado a los "privilegios de una minoría", no se pueden atender los intereses generales del resto de comunidades autónomas, que se sienten olvidadas. El monólogo lo ha rematado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha pronunciado el discurso más duro.

 

Según ha explicado, la ley de amnistía representa "la mayor traición" a España y ha alertado que si se llega a aprobar esta "indignidad", ha vaticinado de que "pronto no habrá españoles". En un discurso catastrofista en el cual ha culpado a Sánchez y al PSOE de subastar los intereses generales, Ayuso ha vaticinado que, después de la amnistía, los independentistas reclamarán la independencia, "la imposición de un régimen totalitario", la reclamación de los Països Catalans y la adhesión de territorios de Aragón y Francia.