Una cámara territorial casi monolingüe. Así es como continuará siendo el Senado después de que el PP haya vuelto a impedir con su mayoría absoluta una iniciativa para garantizar el uso del catalán en toda la actividad parlamentaria. Esta vez ha sido ERC quien ha promovido, junto a Bildu, una reforma del Reglamento de la cámara alta con un objetivo claro: garantizar la “utilización pleno y normalizada” del catalán, el vasco y el gallego en el Senado y permitir que los senadores puedan “intervenir en el Pleno, en las comisiones y en toda la actividad parlamentaria” en “cualquiera de las lenguas que tengan el carácter de oficiales en alguna comunidad autónoma”. Es decir, seguir los pasos del Congreso, que lo permite desde hace un año gracias a los acuerdos entre el independentismo y el PSOE para la elección de Francina Armengol como presidenta de la cámara baja. El Senado, donde solo se puede hablar en catalán en los debates de las mociones y en la Comisión General de Comunidades Autónomas, ya tumbó hace siete meses una iniciativa de Junts que perseguía el mismo objetivo. Por su lado, Vox proponía prohibir todas las lenguas cooficiales, cosa que también ha sido descartada. 

🔎 Un año de la primera vez que los diputados pudieron hablar catalán en el Congreso sin censura

 

La propuesta de ERC y Bildu, que se ha rechazado por 108 votos a favor, 149 votos en contra y una abstención, perseguía cuatro objetivos: “Completar la integración” de las lenguas oficiales en la cámara alta, “lograr el normal y pleno desempeño de los representantes públicos en la cámara de representación territorial” y “promover la riqueza derivada de la pluralidad lingüística” y el “derecho de la ciudadanía a ser atendida en la lengua que elija”. El texto presentado por ERC y Bildu modificaba dieciséis artículos del actual Reglamento del Senado para prever el uso del catalán, el gallego y el vasco en las actas y documentos, en la denominación de los grupos parlamentarios, en las proposiciones de ley, en las preguntas e interpelaciones al Gobierno, en el Diario de Sesiones y en el Boletín Oficial del Senado. Además, fija que la Mesa tendría que adoptar “todos los acuerdos que sean necesarios, incluidas las dotaciones presupuestarias correspondiente” para impulsar la “presencia” de todas las lenguas cooficiales en comunicaciones internas y externas, en la página web y las redes sociales y en la señalización y cartelería.

En nombre del PP, Alfonso Serrano ha sido beligerante y ha sostenido que el independentismo “prefiere no tener médicos a tenerlos que solo hablen castellano” y “preferiría” a gente que “promocionara su lengua” frente a “gente que salvara vidas”. “Mientras fuera de nuestras fronteras, la gente habla del idioma español, aquí hablamos del castellano porque consideramos que gallego, vasco, catalán, valenciano, bable, aranés... son tan españoles como los toros, pero tampoco ha sido suficiente para ustedes”, ha añadido.

Sara Bailac: “El veto al catalán en el Senado responde a su fobia a la diversidad”

La intervención de Sara Bailac ha empezado con una reprimenda por parte del presidente del Senado por hablar en catalán. “Lo más representativo de la situación que viven los diferentes idiomas oficiales del Estado aquí en el Senado...”, ha empezado diciendo en catalán. “Senadora Bailac, si es tan amable”, la ha advertido Pedro Rollán. Y la portavoz de ERC en la cámara alta ha proseguido su intervención en castellano. Sara Bailac ha reclamado que se respeten sus derechos lingüísticos y ha argumentado que el uso del catalán, el vasco y el gallego “no es solo un derecho”, sino que también es la “expresión” de su “realidad nacional y cultural”, algo que el Senado “continúa negando”. “Es menospreciar una parte fundamental de nuestra identidad”, ha lamentado.

“El veto al catalán en el Senado solo responde a su fobia a la diversidad y a su menosprecio a la realidad plurilingüe del Estado”, ha lanzado Sara Bailac al PP. Y también ha sido muy crítica con el posicionamiento del PSOE en los últimos años: “Cuando hubo mayorías progresistas en esta cámara, el PSOE no quiso avanzar en el pleno uso de las lenguas”, ha recordado. “Es un texto que viene de lejos, de legislaturas anteriores en las que chocó con la falta de voluntad del Partido Socialista”, ha denuncidao. Y ha subrayado que la experiencia del Congreso con el uso del catalán, el vasco y el gallego “ha hecho caer todos los miedos” y “ha demostrado que los argumentos fatalistas no son ciertos”.

Eduard Pujol: “Un estado que prohíbe alguna de sus lenguas no es un estado plenamente democrático”

Por su parte, Eduard Pujol ha reprochado que el PP se haya “acostumbrado a politizar la lengua” y responda con “excusas, debilidad y pánico” a “cualquier cultura que no sea la española”. “Si es para difamar, por favor, no se ponga en Cataluña en la boca”, ha añadido. El portavoz de Junts en el Senado ha dejado claro que su formación no quiere el uso folclórico del catalán, ni aquí ni en ningún sitio”, sino que reclaman “normalidad, sentido común y respeto, aquí y en Europa”. “Un Estado que prohíbe alguna de sus lenguas no es un Estado plenamente democrático”, ha remachado.

 

El PSOE bloqueó la pasada legislatura una iniciativa en la misma línea: “Podría coartar la inmediatez del debate”

Hoy el PSOE ha votado a favor de tomar en consideración la iniciativa de ERC y Bildu. Ya lo hizo en febrero con la propuesta de Junts. Y lo había hecho hace justo tres años, en septiembre de 2021, con una reforma promovida por Junts la pasada legislatura. El Senado, con el voto del PSOE, abría la puerta a ampliar el uso del catalán, pero los socialistas lo acabarían enfriando y bloqueando. Y esto que incluso fue un acuerdo que surgió de la mesa de diálogo entre el Govern de la Generalitat de Pere Aragonès y el Gobierno en julio de 2022. Ambas partes adoptaron un Acuerdo para la protección y el impulso de la lengua catalana con la voluntad, entre otros, de ampliar el “derecho de los representantes de los españoles a hacer su tarea en todas las lenguas del Estado”. Sin embargo, la iniciativa de los juntaires acabó en un cajón y murió con la disolución de las Cortes Generales. Meses antes, la entonces portavoz del PSOE en el Senado, la catalana Eva Granadoshabía dejado claro que permitir el uso del catalán en los plenos “podría coartar la inmediatez del debate”. “Cuando hay una interpelación, un debate vivo, tenemos una lengua que nos une y que nos permite esta inmediatez que hay en el parlamentarismo”, esgrimió en ese momento. Y ahora el PSOE ha votado a favor de estudiar una iniciativa que lo tenía imposible para prosperar.