A pesar del mito histórico de que el castellano nunca ha fue lengua de imposición, a diario se suceden ejemplos de lo contrario. Justo ayer el Partido Popular y su aliado de extrema derecha, Vox, impidieron que la consejera de Cultura de Asturias, Berta Piñán, utilizara la lengua asturiana en la exposición de su programa de gobierno ante la Junta General -el parlamento asturiano- y la obligaron a hacerlo en castellano.
Según un vídeo difundido por El Comercio, la consejera inició su exposición en asturiano pero fue rápidamente interrumpida por la diputada del Partido Popular María Gloria García, que reclamó la suspensión de la sesión hasta que no se habilitara un sistema de "traducción simultánea" asegurando que no entendía la lengua que utilizaba la consejera.
Se da la circunstancia que esta misma diputada había leído poemas de la propia consejera en asturiano en actos culturales, sin que aparentemente, no adujera en aquellas ocasiones no entender la lengua.
A su vez, el portavoz de Vox, Ignacio Blanco, exigió que se vetara la intervención y, en tono de amenaza aseguró que en caso contrario él utilizaría el inglés cuando tuviera la palabra.
Una interpretación restrictiva del reglamento del parlamento hicieron posible el veto y la consejera se vio obligada a hacer su intervención en castellano. Conviene recordar que la Junta General permite el uso del asturiano a los diputados, pero que no se le permitió a la consejera al no tener esa condición.
El gobierno asturiano, del PSOE, criticó la decisión del parlamento de vetar el uso del asturiano.