El PP y Vox se ensañan con la censura ideológica (y catalanófoba) de espectáculos por todo el Estado. Poco más de dos semanas después de la constitución de los ayuntamientos tras las elecciones municipales del 28 de mayo, los nuevos ayuntamientos de derechas ya han cancelado media docena de acontecimientos culturales por diferentes motivos ideológicos: por ejemplo, por machismo, por catalanofobia o por ambas razones. Básicamente, han suspendido todo aquello que hace un poco de olor de izquierdas.
'Nua', de Ann Perelló, vetada en Palma
Uno de los casos más sonados es el de Nua (radiografia d'un trastorn), de Ann Perelló, que ha sido vetada en Palma. Se trata de una obra de teatro en catalán y que trata sobre trastornos de la conducta alimentaria, pero que "no es la línea de espectáculos que programarán" los nuevos mandatarios del PP en Ciutat. Este ha sido el argumento que ha recibido Perelló, aunque desde Cort han intentado desmentir la información —asegurando que "la anulación obedece a una cuestión meramente presupuestaria y de organización, en ningún caso ideológica".
Un ayuntamiento de Burgos, contra Antoni Benaiges
Justo el día siguiente de conocer el veto a Nua, vimos un nuevo caso de catalanofobia del PP —que ha cancelado en Briviesca (Burgos) una obra de teatro sobre Antoni Benaiges, de Xavier Bobés y titulada El mar: visió d'uns nens que no l'han vist mai. Bobés ha explicado que el consistorio ha esgrimido motivos "económicos", aunque "todo estaba confirmado y conforme hasta que se produjo el cambio de administración". Parece claro que la razón real es que el ayuntamiento ha ido contra Benaiges, maestro catalán durante la Segunda República que fue asesinado por milicianos falangistas al inicio de la Guerra Civil.
Vox y las insinuaciones sexuales de Lope de Vega
Pero la catalanofobia no es el único motor de la censura. En Getafe, Vox ha presionado el ayuntamiento del PSOE para retirar "las insinuaciones sexuales" de La Villana de Getafe (de Lope de Vega). "La representación teatral ha incorporado en el escenario representaciones de un pene y una vulva de considerable tamaño, lo cual ha generado incomodidad entre unos ciertos espectadores y transeúntes", ha asegurado la formación de ultraderecha. Asimismo, ha añadido que "es incomprensible" que se haya decidido "pervertir la obra de teatro".
Lesbofobia del PP y Vox con 'Lightyear'
El machismo no se acaba aquí, ya que el PP y Vox se han atrevido a vetar la película Lightyear por un beso entre dos mujeres. Ha sido en un pequeño municipio de Cantabria, Santa Cruz de Bezana, donde el nuevo ayuntamiento ha retirado el largometraje de animación y ha reimprimido toda la cartelera que se había colgado por todo el pueblo. En su lugar se proyectará Tipos Malos, donde no hay ninguna escena lésbica ni homosexual. El exalcalde socialista Alberto García ha denunciado que "el primer pacto de la derecha con la ultraderecha en Cantabria ha atacado en números ocasiones al colectivo LGTBI", ya que también se han dedicado a retirar banderas.
El PP y Vox tienen miedo de Virginia Woolf
El caso de machismo más flagrante de estas dos semanas ha sido el de Valdemorillo (Madrid), la localidad gobernada por el PP y Vox donde se ha censurado la adaptación teatral de Orlando (de Virginia Woolf) —obra en la cual se denuncia la sumisión de las mujeres ante los hombres. Como en el caso de Nua, el ayuntamiento se ha dedicado a intentar desmentir la información y asegurar que la cancelación se debe únicamente a motivos presupuestarios. Pero tanto la compañía de teatro Defondo como la Asociación de Autoras y Autores de Teatro de España tienen bien claro que se trata de un veto ideológico.
Otras muestras de censura
La lista continúa con la promesa de Vox (con el beneplácito del PP) en Gijón de vetar la música en asturiano o con el conflicto en Valladolid por el certamen cinematográfico Seminci, que de momento será organizado por la ultraderecha —habiendo proclamado que programarían un "cine sin ideología" y criticado el supuesto "sectarismo" en el audiovisual español. En Murcia hemos visto como la policía local, en manos de la derecha, ha detenido el concierto de Rocío Saiz por enseñar los pechos. Y en Palma, Vox ya había dicho que se pagaba "demasiado dinero por un grupo que solo canta en catalán" (en referencia a Antònia Font). Pero no todo es culpa del PP: en La Ràpita, ha sido el PSC quien ha retirado el apoyo a un festival galardonado con el Premi Nacional de Cultura.