El PP y Vox implantarán medidas antiaborto en Castilla y León, como el latido fetal y ecografías 4D. Son medidas similares a las que aplica el gobierno ultra de Hungría o a las que aplicaba la administración conservadora de Tejas antes de la caída de Roe v Wade en los Estados Unidos, entre otros. Quede claro que las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el aborto seguro dejan clara la inexistencia de motivos médicos que justifiquen este tipo de cambios, que no hacen más que paternalizar a las mujeres e infligirles dolor en un proceso médico.
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, el ultraderechista Juan García-Gallardo, ha explicado este jueves el contenido de estas nuevas medidas y ha concretado que los médicos estarán obligados a ofrecer a las mujeres que quieren abortar la posibilidad de oír el latido fetal. Es decir, tendrán que ofrecer una cuarta ecografía en el primer trimestre (entre la sexta y novena semana) del embarazo para que quien quiera interrumpir el embarazo pueda oír el latido fetal y una ecografía 4D antes de interrumpirlo. Las tres ecografías actuales para las semanas 12, 20 y 33 de la gestación se mantendrán.
Mujeres que quieren abortar vs. "Gestantes"
La documentación aportada por el gobierno ultra evita hablar de mujeres que quieren abortar y tan solo hace referencia a "gestantes", a la vez que esgrime argumentos supuestamente emocionales para disuadir de la idea de la interrupción del embarazo. Más allá de enumerar estos argumentos, es más interesante entender que surgen de la conexión de Vox con foros internacionales sobre la familia tradicional donde se junta toda la extrema derecha ultracatólica. Es así como ahora emulan la política que mantuvo la administración ultraconservadora de Tejas hasta que el aborto dejó de ser un derecho garantizado por todos los Estados Unidos. Los antiabortistas tejanos ya no necesitan latidos fetales porque directamente han prohibido la libre interrupción del embarazo.
En esta línea, García-Gallardo ha defendido que los médicos ejerzan la objeción de conciencia para evitar hacer abortos — cosa generalizada en Castilla y León, ya que solo se hacen de manera habitual al Hospital de Miranda de Ebro. En el resto de provincias se derivan en clínicas privadas, dificultando el acceso a la libre interrupción del embarazo. Es así como el político ultra ha dicho que quiere enviar "un mensaje claro" contra las "listas negras" de médicos que rechacen practicar abortos, en referencia a la nueva ley del aborto.
Irene Montero carga contra el PP
Cabe decir que la ministra de Igualdad, Irene Montero, ya ha reaccionado a la noticia y ha cargado con dureza contra los populares: "Dicen moderación, para no decir arrebatar derechos a las mujeres. Estas son las alianzas de (Alberto Núñez) Feijóo. Eso es el PP". Y es que García-Gallardo ha defendido que estas medidas derivan de un acuerdo asumido por el gobierno autonómico y ha dado las gracias específicamente al consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez (PP), con quien ha negociado las iniciativas y a quien ha visto "muy dispuesto".
Por otra parte, la sanidad pública de Castilla y León también contará con un protocolo de derivación en los equipos de salud mental de mujeres embarazadas "que lo requieran". La intención de la Junta es que este protocolo entre en funcionamiento "inmediatamente", aunque hay problemas de logística. Respecto del latido fetal y la ecografía 4D, García-Gallardo ha dicho que son medidas todavía en fase de propuesta y que tendrán que ser materializadas en una orden de la Consejería de Sanidad.