Las urnas en Castilla y León han dado la victoria al PP. Pero han dejado a Alfonso Fernández Mañueco lejos de la mayoría absoluta, en manos de la extrema derecha de Vox. De momento, sin embargo, el candidato a la reelección intenta esquivar a los ultras. En su comparecencia pública después del escrutinio, ha anunciado una ronda de contactos con todos los grupos, empezando por el PSOE, con el objetivo de constituir "un gobierno fuerte". Los socialistas ya han descartado ese escenario. Y la formación de Santiago Abascal, que ha crecido de forma espectacular, ya ha advertido que hará valer su fuerza. Los populares han pasado de estar en manos de Ciudadanos a estarlo en manos de Vox.
"Voy a iniciar un diálogo para formar gobierno con todas las fuerzas políticas, empezando por los partidos con más representación", ha anunciado Fernández Mañueco durante su declaración. El dirigente conservador ha defendido que quiere "dialogar con todos" para formar un gobierno "de todos y para todos", que sea "fuerte", "eficaz", "estable" y "sin la amenaza constante de mociones de censura". Mañueco ha recordado que adelantó los comicios "para que el futuro de Castilla y León no se decidiera en despachos" y se ha felicitado que hoy "los castellanos y los leoneses han decidido que gobierne el PP con diálogo y acuerdo".
En la misma línea, desde Génova han evitado aclarar si ligarán su futuro al de la extrema derecha. En rueda de prensa, el secretario general Teodoro García ha respondido que no caerán en la "trampa" del PSOE de responder a estas preguntas y que hablarán con todas las formaciones con representación parlamentaria. En Twitter, Pablo Casado ha felicitado a Manñueco y ha asegurado, una vez más, que "el cambio de ciclo en España es imparable".
A pesar de todo, como ya pasó en la Comunidad de Madrid, el futuro del PP está de nuevo ligado a Vox. Este hecho también tiene repercusiones estatales, con un Pablo Casado hipotecado con la extrema derecha, que exigirá entrar en las instituciones. Se imponen las tesis de Isabel Díaz Ayuso, que verbalizó en la campaña electoral castellanoleonesa: "Si tenemos que pactar, prefiero a Ortega Lara que a quienes lo hacen con sus secuestradores", en referencia a EH Bildu.
Los resultados
El PP ha ganado de forma ajustada las elecciones, con 31 escaños y haciendo el sorpasso al PSOE. Son dos más que en las elecciones del 2019, cuando fueron segundos. En segunda posición han quedado los socialistas, en que han perdido mucha fuerza, con 28 escaños, siete menos. El podio lo ha completado la extrema derecha de Vox, con un crecimiento espectacular, pasando de un procurador en las Cortes a 13. Unidas Podemos, que tenía dos, ha perdido uno. En cambio, Ciudadanos ha seguido en sus horas bajas. De estar dentro del gobierno autonómico con 12 a entrar por los pelos en el parlamento con uno por Valladolid.
Como se esperaba, los partidos pequeños han crecido, pero con el poder de influencia que pretendían totalmente desactivado. Los leonesistas de Unión del Pueblo Leonés, que propugnan la separación de Castilla, han subido de uno a tres procuradores, su marca histórica. La España Vaciada ha irrumpido con tres diputados, los tres por Soria. La candidatura Por Ávila ha mantenido el escaño que ya tenía.