Imanol Pradales ha sido proclamado este jueves lehendakari con los 39 votos a favor del PNV y el PSE-EE en el Pleno de investidura celebrado en el Parlamento Vasco. Una vez investido, Pradales ha asegurado que acepta "con honor" el desafío de construir una Euskadi "plural, próspera, abierta, justa y libre", informa la agencia Europa Press. En materia de autogobierno, ha pedido "valentía y ambición" a los 75 parlamentarios de la Cámara, puesto que "es la hora de dar el paso" para consensuar un nuevo pacto estatutario partiendo de "una misma voluntad" y constatación de que "crecer en autogobierno es crecer en bienestar". Su intención, tal como ha explicado, es "favorecer y defender el diálogo, la negociación y el consenso" para hacer posible este objetivo.

Según ha dicho, este nuevo "gran pacto político" debe "superar la dimensión, ambición y alcance" del Estatuto de Gernika de 1979, y tiene que asentarse "en una relación bilateral con el Estado que incluya el reconocimiento de la realidad nacional" vasca. Asimismo, estima que este acuerdo debe incluir un sistema de garantías "para el cumplimiento efectivo de lo acordado". Según ha apuntado, el texto que se apruebe en el Parlamento debe pasar por las Cortes Generales, para ser refrendado por los vascos.

Pradales toma el relevo en el cargo a Iñigo Urkullu, a quien sucedió como candidato a lehendakari en las últimas elecciones autonómicas y que ha estado doce años al frente del Gobierno Vasco. La candidatura de Pradales ha superado en apoyos a la del aspirante de EH Bildu, Pello Otxandiano, que también optaba a presidir el Gobierno Vasco, pero que únicamente ha contado con los 27 apoyos de su grupo. El PP, Sumar y Vox se han abstenido en la votación, en la que según el reglamento de la Cámara no se pueden plantear votos en contra.

El discurso de Pradales

En su discurso, Pradales ha reconocido que, pese a que Euskadi cuenta "con algunos de los mejores indicadores de calidad de vida y cohesión social del entorno", hay "personas descontentas con su situación". Por ese motivo, ha anunciado que su gobierno no mirará "hacia otro lado". Según ha destacado, el nuevo Gobierno Vasco "estará preparado para dar respuesta a los problemas actuales, los retos emergentes y las políticas que asumirá a través de las nuevas competencias que deberá gestionar", dado que "Euskadi necesita un gobierno que garantice una respuesta eficaz a los nuevos desafíos".

Asimismo, ha resaltado que la colaboración será "clave" para afrontar los nuevos retos, ya que Euskadi "no es una isla ni un oasis", y ha apostado por profundizar en "el diálogo y el entendimiento entre diferentes" mediante "un debate sosegado". El nuevo lehendakari se ha mostrado convencido de que logrará "acuerdos amplios" para mejorar el sistema de salud y el modelo de cuidados, así como para impulsar la solidaridad intergeneracional, la normalización del euskera, el autogobierno, la ciencia e innovación, la transición económica y ecológica, y "la regeneración democrática".

En este sentido, se ha comprometido "a trabajar sin descanso para propiciar acuerdos y pactos" que mejoren el bienestar y oportunidades de todas las personas, y ha planteado "renovar el pacto social por la vía de la colaboración".