Los militares en activo no tienen permitido expresar opiniones políticas, una constricción que se revoca una vez se jubilan, y es un hecho, constatable por los últimos mensajes conocidos en los últimos días, que una vez retirados, los militares que se expresan políticamente lo hacen mayoritariamente al servicio de ideas de ultraderecha, en especial con respecto a los mandos. De hecho, los hay que incluso forman parte de las filas del partido de ultraderecha Vox.
En este sentido, el sesgo fascista de parte de las fuerzas armadas se puede demostrar por las expresiones de extrema derecha de los militares jubilados, con alusiones incluso al fusilamiento de 26 millones de personas, pero también en los resultados electorales, que recogen un aumento significativo del voto, a Vox en aquellas secciones censales con fuerte presencia de militares, tal como demostró el exteniente Luis Gonzalo Segura en uno de sus libros.
El misterio, o no tanto, es saber cuántos de los militares en activo son partícipes de las ideas que expresan los suyos mayores una vez jubilados, un hecho que no ha pasado desapercibido al president en el exilio, Carles Puigdemont, que este martes ha publicado un tuit donde se pregunta cuántos "futuros 'nostálgicos'" forman parte de las actuales Fuerzas Armadas españolas.
Me pregunto cuántos futuros "nostálgicos" hay ahora mismo entre los mandos militares en activo. Porque el problema no es qué acabarán firmando y preguntando|pidiendo cuándo pasen en la reserva sino si sus acciones, incluidas las de inteligencia, están acondicionadas por su sesgo fascista.
— Carles Puigdemont (@KRLS) December 8, 2020
"Me pregunto cuántos futuros 'nostálgicos' hay ahora mismo entre los mandos militares en activo", se ha preguntado Puigdemont, para añadir que "el problema no es qué acabarán firmando y pidiendo cuándo pasen a la reserva sino si sus acciones, incluidas las de inteligencia, están condicionadas por su sesgo fascista".
'Nostálgico' es un eufemismo utilizado para definir a aquellas personas con simpatía hacia la dictadura franquista, un hecho que pone en duda uno de los argumentos utilizado por los firmantes de los últimos manifiestos militares conocidos, que dicen actuar en defensa de la democracia a pesar de estar tutelados por entidades de dudoso talante democrático como la Fundación Nacional Francisco Franco.