El rey de España, Felipe VI, blandió ayer la bandera española asegurando que es un "símbolo de soberanía, independencia, unidad e integridad", en el transcurso de la celebración de la Pasqua Militar, una celebración donde, rodeado de uniformados, el monarca español hace balance del año anterior y traza las líneas maestras del que se acaba de estrenar. En su zona de confort, Felipe VI tuvo la oportunidad de dejar clara su visión de los hechos, que al fin y al cabo se resumen en eso, coger la bandera española, envolverse con ella y no ver a nadie más allá. Si eso no es nacionalismo...

Hacer bandera de la bandera

Y claro, la prensa española ha hecho, obviamente, bandera, y se ha apresurado a sacar la imagen en sus portadas acompañadas de titulares grandilocuentes y encantados de haberse conocido. Los cuatro diarios editados en Madrid no han fallado y todos dedican la portada a Felipe VI, empezando por la monotemática de ABC, que titula El Rey ensalza la "bandera común" y la gran historia de España. Leyendo esto sólo hay una conclusión posible, hay que ser muy burro para no querer ser español, un país de las maravillas que ya querrían todas las alicias del mundo.

A su vez, La Razón pone el enfasis en un detalle del discurso de Borbón: El Rey reivindica la bandera que une a "todos" los españoles, es decir, prima el discurso del nacionalismo incluyente, aquello tan bonito que se oye decir por parte del unionismo de que pone en tu DNI, sois españoles aunque no os guste o todavía peor, sois españoles y no lo merecéis.

Por su parte, El País, titula El Rey recuerda que la bandera es símbolo de todos y de la diversidad, destacando en este caso aquello también tan bonito de la bonita diversidad de los pueblos de España que al fin y al cabo quiere decir que todo el mundo puede tener su folclore, que no pasa nada mientras no se ponga en duda que lo que verdaderamente importa es la nación común.

Finalmente, El Mundo destaca que El Rey apela en la unidad en el debut de Sánchez, recordando que el actual presidente del Gobierno español vive su primera pascua militar y, sin explicitarlo tan crudamente como el PP -ep, pero fue sin querer-, quizás el último.

La bandera como remedio de todas las cosas, el nacionalismo español lo tiene claro.