La resaca electoral del domingo ha depositado los focos sobre Junts, después de que los siete diputados que esta formación ha conseguido en el Congreso aparecen como decisivos para fijar el futuro del gobierno del Estado. No obstante, este protagonismo no esconde el hecho de que la candidatura de Míriam Nogueras perdió el domingo un diputado y 137.591 votos con relación al 2019. Además, el balance de estos comicios se añade al conseguido el mes de mayo en las municipales, cuando Junts pudo salvar los muebles gracias a la candidatura de Xavier Trias a Barcelona, pero no fue capaz de aprovecharlo a la hora de plantear los acuerdos postelectorales. Todo ello ha aparecido este lunes en la reunión de la ejecutiva del partido, donde varias voces han expresado la preocupación por la deriva de la formación, por la constante pérdida de votos y por la incapacidad de capitalizar el derrumbe del resto de fuerzas independentistas.
Junts tenía pendiente este debate y lo había aplazado por la convocatoria de las elecciones generales, pero el resultado de este fin de semana no ha hecho más que señalar la urgencia de analizar la situación. Así lo han subrayado varias voces, representantes del sector más pragmático del partido, como los exconsellers Jaume Giró y Victòria Alsina, pero también representantes del sector turullista, como las también exconselleres Violant Cervera y Lourdes Ciuró, o del entorno de Laura Borràs, como el secretario de organización, David Torrents. El debate de la ejecutiva, que ha abierto una intervención de Turull y ha cerrado Laura Borràs, ha acumulado numerosos turnos de palabra en que se ha compartido la preocupación por el balance postelectoral.
Revés electoral
Todos ellos coinciden en que el contundente revés que han recibido los adversarios no sirve como excusa para postergar un análisis y un replanteamiento de las estrategias. De hecho, esta situación de caída general todavía subraya más la preocupación por la incapacidad de Junts de captar votos en un momento en que ERC se ha hundido con 400.000 votos menos y ha perdido casi la mitad de escaños, mientras que la CUP ha quedado borrada del Congreso, después de perder 148.000 votos.
A pesar de este contexto, al final Junts no ha conseguido ni siquiera llegar en los 400.000 votos y esta ha sido una de las circunstancias que ha encendido las alarmas, hasta el punto que la exconsellera Ciuró habría advertido que no quería acabar siendo miembro de un partido de menos de 200.000 votos sino de un partido de un millón de votantes, en una reflexión que ha sido compartida por el secretario de organización.
Negociaciones con el PSOE
No obstante, la de hoy ha sido una reunión en que se han expresado opiniones, pero no se ha evaluado las razones de esta situación ni estrategias a seguir. Este trabajo de análisis ha quedado aplazado para una reunión extraordinaria de la ejecutiva ampliada a finales de agosto en un lugar todavía por concretar, similar a la que el partido celebró el año pasado por las mismas fechas en Pals.
De momento, la presión ha quedado, de nuevo, situada sobre el secretario general. Después de que Turull se encargó personalmente de las negociaciones posteriores a las municipales, en el que Junts acabó quedando fuera de la Diputación de Barcelona, Lleida y Tarragona, con el malestar interno que esto ha provocado en el territorio, ahora tiene en frente un "matchball", según un destacado miembro de Junts, a raíz de las negociaciones que se pondrán en marcha como consecuencia del resultado de las generales. De como salga de este nuevo envite puede depender, según algunas fuentes, que Junts se pueda plantear convocar un congreso en otoño.
De momento, por lo que respecta a las conversaciones con el PSOE posteriores a las elecciones generales, la dirección del partido ha constatado que no se ha recibido ninguna comunicación por parte del partido de Pedro Sánchez para abrir negociaciones, más allá de los habituales contactos de la noche electoral, por lo cual se ha acordado abordar esta cuestión el lunes próximo en una nueva reunión de la ejecutiva, que no estaba prevista dado que el secretario general está fuera del país y que se tendrá que celebrar de manera telemática. Allí se tendrá que constatar si el PSOE hace alguna propuesta de negociación y en qué términos la plantea después de que Junts ha dejado claro que sus exigencias se fundamentan en la amnistía y el traspaso de las competencias para la convocatoria de un referéndum. A partir de aquí se tendrá que decidir quién se encarga en nombre de Junts de las conversaciones con los socialistas.