Se ha triplicado la preocupación por la independencia de Catalunya en el conjunto del Estado, según ha apuntado el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). La separación de Catalunya del Estado es una de las tres principales preocupaciones del 7,6% de los españoles.
Respecto del último barómetro, la preocupación por la independencia paso de un 2,6% a un 7,8%, con un aumento exponencial nunca visto hasta ahora. Y eso que el sondeo se realizó entre el 1 y el 10 de septiembre de 2017, antes de acontecimientos tan relevantes como los cacheos y las detenciones del 20-S, previo también de la jornada electoral del 1 de octubre, marcada por la violencia policial. Ahora bien, el barómetro sí que recoge la preocupación generada por el pleno del Parlament del 6 y 7 de septiembre, en el que se aprobaron las leyes de desconexión en medio de una fuerte polémica entre el bloque independentista y la oposición.
Aunque el aumento ha estado importante, la independencia catalana todavía se queda en octavo lugar de entre los problemas de los españoles. Se ha quedado detrás del paro (69,5%), la corrupción (38%), los problemas económicos (21,7%), la política y los políticos (20,7%), el terrorismo internacional (15,6%), la educación (8,4%) y el racismo (7,9%).
Al lado de la preocupación por la independencia de Catalunya entra en la lista de principales problemas la preocupación por la falta de acuerdo y la inestabilidad política, que cita un 2,7% de los encuestados, y los nacionalismos en general (1%).
Crece el Estado unitario
Otra de las revelaciones de este CIS es la caída del estado autonómico como modelo de Estado en beneficio de opciones más centralistas: tres de cada diez españoles (29,4%) quieren o bien un estado español sin autonomías o uno que vea reducido la capacidad política de sus territorios.
Respecto del último barómetro, los que quieren un gobierno central sin autonomías suben un punto (18,9%), una tendencia parecida al de un estado autonómico más débil (10,5%). Todo en medio del debate sobre una posible suspensión de la autonomía catalana por el procés de independencia.
De hecho, se reducen sutilmente los españoles que quieren un Estado que reconozca el derecho de autodeterminación de las autonomías: caen en un 9,9% a un 9,6%.