La presidencia chilena de la COP25 busca a contra reloj un acuerdo 'in extremis' que salve la Cumbre del Clima después de dos semanas de conferencias a Madrid. "Estamos trabajando para conseguir un texto más ambicioso", ha señalado este sábado al coordinador de la presidencia de la COP25, Andrés Landerretche.

"Después de una intensa noche de negociaciones, a primera hora de la mañana nos hemos reunido con los jefes de todas las delegaciones para deliberar y nos han mostrado su apoyo absoluto para conseguir más ambición climática", ha detallado Landerretche, que espera que se pueda acordar un texto avalado por los 200 países participantes "en las próximas horas".

"Existe cierto optimismo. Pero si no hay consenso entre las partes no hay consenso", ha querido dejar claro al coordinador de la presidencia de la COP25, que ha descartado que se pueda acabar suspendiendo esta 25.ª Cumbre del Clima. "No prevemos ningún tipo de suspensión", ha afirmado Landerretche.

"El acuerdo no saldrá sin un buen resultado", ha insistido el coordinador de la presidencia de la COP25. "Se tiene que llegar a un documento final que se base en la ciencia y en lo que se consiga la neutralidad de carbono –pisada de carbono cero- de aquí a 2050 como muy tarde", ha vaticinado Landerretche. Precisamente, entre los principales arrecifes de la negociación está el artículo 6 que regula los complejos mercados de carbono, con fuerte oposición de países como Brasil, la India o China.

Después de una intensa noche de negociaciones, los 200 países que participan en la conferencia de la ONU sobre el cambio climático se han despertado más divididos que nunca y con la palabra "inaceptable" como la más usada para definir un borrador de acuerdo que no ha satisfecho a nadie. Las ONG y los observadores ya se habían adelantado y 24 horas antes ya habían definido la COP25 como "una decepción y un terrible fracaso".

"La presidencia chilena tenía una tarea: proteger la integridad del acuerdo de París y no permitir que el cinismo y la avaricia lo enterraran", recordó la directora internacional de Greenpeace, Jennifer Morgan. "Pero ha fracasado", sentenció Morgan. "Es el peor texto que he visto en todas las negociaciones climáticas. Será uno traición para la gente de todo el mundo", metió baza el director de la ONG Power Shift Africa, Mohamed Adow. "En los últimos 25 años nunca había visto esta casi total desconexión entre el que la ciencia y la población mundial reclama y el que los negociadores climáticos están consensuado", concluyó uno de los veteranos observadores de la Cumbre del Clima de Madrid, Alden Meyer.