El presidente ultra del Parlamento balear, Gabriel Le Senne (Vox), que fue imputado por romper la foto de la militante comunista mallorquina Aurora Picornell y las Roges des Molinar, asesinadas por el franquismo la noche de Reyes de 1937, ha declarado este viernes ante Juan Manuel Sobrino, al juez de instrucción que lo investiga por un presunto delito de odio a raíz de la denuncia penal presentada por la Asociación Memoria de Mallorca, las familias tanto de Picornell como de otras dos víctimas del franquismo, Antònia y Maria Pascual, y la querella presentada por el colectivo Estimada Aurora. Le Senne se ha mostrado "contento" de poder declarar ante el juez y está convencido que la denuncia quedará en nada y sería "una sorpresa" que no se acabase archivando. Es más, el presidente ultraderechista, ha expresado su confianza en que el procedimiento finalice pronto "por poder dedicarse a cosas más serias, que es lo que esperan los ciudadanos".

Una rota por accidente

El presidente balear, que ha sido arropado por los miembros de la cúpula de Vox en las Baleares, ha declarado durante casi una hora en los juzgados de Vía Alemania de Palma, y durante su comparecencia ha vuelto a defender que rompió las fotos por accidente. "Ya pedí disculpas por como fue de inapropiado rasgar accidentalmente el folio, pero creo que acerté en la aplicación del reglamento y todos los diputados saben en el fondo que estas imágenes que exhibían las miembros de la mesa no tenían que estar", ha remarcado Le Senne con respecto al incidente, que se produjo durante el debate parlamentario sobre la derogación de la ley de memoria democrática, cuando Le Senne arrancó las fotografías del ordenador de la vicepresidenta segunda, Mercedes Garrido (PSOE) durante un intenso debate.

Actuar Igual si hubiera estado Franco

Le Senne, abogado de profesión, no ha respondido las preguntas de las acusaciones y únicamente lo ha hecho a las preguntas del juez, el fiscal y su abogada, aunque según ha trascendido, durante el interrogatorio ha asegurado, respondiendo al representante del Ministerio Público, que habría actuado de la misma manera si la foto hubiera sido del dictador Francisco Franco. En opinión del presidente balear, todo el caso responde a un debate político, aunque ha admitido el derecho de las otras partes a iniciar las medidas legales que crea oportunas. "Confío en la acción de la justicia y quedará en nada", ha afirmado. Cuestionado por la imagen de un presidente de la cámara autonómica declarando en un juzgado, y por la posibilidad de que acabara dimitiendo si finalmente fuera condenado, Le Senne ha respondido que "espero no ver eso" y que, en "su humilde opinión de abogado", sería "una gran sorpresa".

Víctimas y ahora humilladas

La parte contraria, por su parte, a través del abogado de la acusación popular que ejerce el colectivo Estimada Aurora, cree que el procedimiento si acabará juzgándose porque entiende que "hay materia suficiente para considerar la existencia de un delito", según ha manifestado Sebastià Frau. El letrado ha explicado que el comportamiento de Le Senne entraría en la consideración de injurias colectivas porque con el gesto de rasgar las imágenes se ofendió a todas las víctimas del franquismo representado en este caso para|por Aurora Picornell y las Roges des Molinar. "No se puede humillar de esta manera a unas mujeres que fueron violetas y asesinadas de manera salvaje. Tiene que tener consecuencias penales", ha argumentado Frau.