Nuevo paso adelante en el objetivo de conseguir la renovación del Consejo General del Poder Judicial, que tiene el mandato caducado desde 2018. El presidente del órgano de gobierno de los jueces, Vicente Guilarte, ha enviado este martes una propuesta al Congreso de los Diputados y al Senado con la voluntad de superar el bloqueo actual. El presidente interino, en un documento que firma a “título personal”, lamenta que “la actual situación política y social polarizada” hace que el sistema de renovación previsto comporte una “composición del CGPJ fiel reflejo de las mayorías parlamentarias”. Considera que eso tiene “gravísimas consecuencias para la independencia judicial” y la “politización de todos los cargos judiciales nombrados” y dificulta que los vocales designados se puedan “apartar en su actuación de la línea política que los designó”. “Las circunstancias actuales, entre ellas una fuertísima presión mediática igualmente polarizada, llevan a concluir la inviabilidad que siga siendo así”, lamenta. Ante este escenario, pone sobre las mesas dos vías: mantener el mismo sistema con nuevas garantías o modificar el sistema de renovación del CGPJ para que sean los jueces los que elijan a los jueces.
Mantener el mismo sistema con nuevas garantías
Por una parte, Vicente Guilarte reconoce que si hay que mantener el mismo sistema que está en vigor en la actualidad, hay que garantizar “la alienidad de los nombrados a toda contaminación política previa”. El presidente interino apunta una medida con el objetivo de “diluir el atractivo «político» de la condición de vocal” de manera que, “al difuminarse el aparente perfil «político» de los nombrados, así como de la forma de ejercitar las funciones básicas, resultaría menos atractiva la captación”. En este sentido, señala que sería necesario “impedir que pueda ser designado aquel integrante de la Carrera Judicial que los años inmediatamente anteriores haya ostentado un cargo político” y que convendría “repartir de manera equitativa el número de vocales que estén afiliados a asociaciones judiciales sobre la base de la proporción que resulte respecto del número de asociados a la totalidad de la Carrera Judicial”.
Además, también apuesta por integrar en el CGPJ letrados en ejercicio “no solo por la expresa referencia que se contiene al texto constitucional, sino también por el peso decisivo de su función en la operatividad del funcionamiento del sistema jurisdiccional” y también designar “profesionales cualificados en representación del Notariado, del Registro, de la Abogacía del Estado, del Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia, la Procuración y otras profesiones vinculadas con la jurisdicción”. Propone “configurar ternas para las corporaciones o asociaciones profesionales y, en caso de falta de acuerdo parlamentario, acudir al sorteo”. Asimismo, sostiene que “sería muy oportuna la presencia de profesionales cualificados con acreditada experiencia internacional que puedan cubrir tanto el ámbito europeo como el iberoamericano”.
Modificar el sistema de elección de los vocales: elección corporativa
Como solución alternativa a esta vía, Guilarte aboga por “arbitrar el nombramiento de los vocales judiciales por la propia Carrera Judicial”. Es decir, que los jueces elijan a los jueces. En este punto, señala que “se podría valorar la introducción de causas de inelegibilidad”, como haber sido los años anteriores miembros del Gobierno, gobiernos autonómicos u otros cargos políticos. El resultado de eso sería “suprimir cualquier referencia a la competencia de las cámaras legislativas en la elección de los vocales de procedencia judicial”. El presidente del Poder Judicial esgrime que “no puede negarse que la elección parlamentaria ha generado dificultades de renovación que, con la elección corporativa de los vocales, no se produciría”.
Vicente Guilarte dispara contra el PP y el PSOE
El escrito de Vicente Guilarte es también muy crítico con los dos grandes partidos del régimen del 78, que deben acordar la renovación del CGPJ. Tilda de “lamentable” y “universal” su desavenencia y sitúa la divergencia en su “afán por apropiarse de una cuota mayor de poder”, que ha hecho que el problema sea “irresoluble”. “Lo que mueve a los grandes partidos para persistir de forma inamovible en sus respectivas fórmulas es la disimulada pretensión de captación de los vocales de cara a poder influir, piensan equivocadamente, en futuros enjuiciamientos ante los órdenes jurisdiccionales con mayor relevancia política”, lamenta. Asimismo, el presidente interino del CGPJ sostiene que “toda la presión debe proyectarse contra los responsables de la parálisis del sistema” y no exigir a los vocales del Poder Judicial “ninguna conducta encaminada a suplir la incapacidad” de PP y PSOE.
Guilarte añade una última reflexión: “Se ha estado actuando con una pasividad sorprendente desde hace más de cinco años y se hace sin un ánimo cierto de preservar la independencia judicial, la única finalidad que debería perseguirse. Es absurdo que unos y otros se hagan trampas, la misma trampa, en sus respectivos solitarios, simulando una ficticia justificación que no es la que realmente teje sus respectivos discursos”.