Lo hará "en tiempo y forma". El presidente del Constitucional, Pedro González-Trevijano, ha afirmado que el tribunal de garantías resolverá con diligencia las recusaciones que Carles Puigdemont, Quim Torra y Oriol Junqueras han presentado contra los magistrados Enrique Arnaldo y Concepción Espejel por falta de imparcialidad. Así, ha prometido que se resolverán de manera "diligente y rigurosa", aunque ha evitado valorar las recusaciones.
González-Trevijano ha participado en el acto institucional del 43 aniversario de la Constitución, donde ha añadido que el clima en el TC es "razonablemente bueno". "Tenemos el convencimiento de intentar satisfacer tres retos: que todas las sensibilidades estén representadas, consensuar sentencias importantes que están sobre la mesa (y que no se pueden dilatar) y conseguir mejorar la comunicación de los actos del TC con el mundo de la prensa", ha explicado.
El sentimiento constitucional
El presidente del tribunal ha insistido en el hecho de que hay "muchas y muy buenas razones" para celebrar el aniversario de la Constitución, pero ha afirmado que hay que "desarrollar el sentimiento constitucional de proximidad". Algo que ha justificado recordando que "los constituyentes de Cádiz argumentaban que los españoles tenían que ser fieles a la Constitución, y que la Constitución se tenía que enseñar a las escuelas y establecimientos militares". "Este es el reto de los tiempos presentes y lo que tenemos que impulsar en tiempos futuros", ha asegurado.
González-Trevijano también ha hablado sobre una posible reforma de la Carta Magna: "Cuando se insta a un proceso de reforma de la Constitución, los catedráticos de derecho constitucional actúan en un contexto previo para encontrar un momento de distensión política". Una distensión política que, según el presidente del TC, hoy por hoy no existe. Entonces, ha afirmado que para poder hacer la reforma hay que "saber qué se elige, por qué se modifica y con qué criterios".
El efecto de las recusaciones
Con respecto a las recusaciones, su aceptación se embarrancaría la tramitación y resolución de los recursos que hay presentados delante del TC a causa de la falta de cuórum para resolverse. Y es que ya hay dos magistrados del tribunal que optaron por inhibirse de cualquier cuestión relacionada con el procés y los líderes independentistas: Antonio Narváez y Cándido Conde Pumpido.
Según la ley, para adoptar cualquier tipo de acuerdo es necesario que estén presentes al menos dos tercios de los miembros que en cada momento lo compongan. Actualmente, son once los miembros activos del Constitucional (el magistrado Alfredo Montoya se encuentra de baja por un ictus que sufrió en agosto). En este contexto, el mínimo requerido por la ley son ocho. Si Arnaldo y Espejel son recusados, y contando a los dos magistrados que se han inhibido, solo habría siete: el cuórum quedaría por debajo de los dos tercios determinados por la norma.