A pesar de la indignación que este lunes ha provocado la inhabilitación del president Torra, históricamente, el cargo de la presidencia de la Generalitat ha estado ligado a la represión y la persecución de la justicia española. Lo muestra muy explícitamente el hecho de que ocho de los últimos diez presidents han sido encausados por catalanistas o independentistas.
Macià: el impulsor del ejército de liberación
Francesc Macià (1859-1933) fue el primero de estos ocho presidentes encausados en el último siglo. Antes de acabar convirtiéndose en el 122º president (más de dos siglos después del último, que fue Josep de Vilamala), Macià tuvo que exiliarse brevemente por dar apoyo a la huelga general de 1917.
El golpe de Estado de Primo de Rivera de 1923 lo forzó otra vez a marcharse a París, donde acabaría siendo condenado a dos meses de prisión en 1926 por intentar formar un ejército de liberación. Finalmente, fue expulsado a Bélgica y cinco años después volvería a Catalunya para convertirse en el primer president de la Generalitat republicana.
Companys: el president asesinado
Lluís Companys (1882-1940) es el president que recibió el castigo más duro por su condición de líder catalán. El franquismo lo ejecutó en 1940 después de un consejo de guerra sumarísimo en el que no recibió ningún tipo de garantía procesal. Sus últimas palabras fueron: "Per Catalunya!".
Hay que recordar, sin embargo, que seis años antes y cuando ya era president, Companys ya había sido condenado a treinta años de prisión por rebelión y sedición después de declarar el Estado catalán dentro de la República Federal española.
Irla y Tarradellas: los presidents en el exilio
Con la dictadura de Franco instaurada en todo el estado español, la presidencia de la Generalitat fue protegida en el exilio primero por Josep Irla (1874-1958), y después por Josep Tarradellas (1899-1988). Irla fue el único en formar un Govern en el exilio (con Carles Pi i Sunyer, Pompeu Fabra, Antoni Rovira i Virgili, Josep Carner, Joan Comorera, Manuel Serra i Moret y Pau Padró como consellers) e, irónicamente, también fue el único que nunca pisó el Palau como president. Justamente el año que asumió el cargo fue detenido por las autoridades del Régimen de Vichy, hecho que lo llevó a establecerse en Cogolin (Occitania).
En 1954 tomó el relevo Josep Tarradellas, que durante los primeros años en el exilio había sido detenido varias veces y encarcelado tres meses en Ays de Provenza (Occitania). De hecho, estuvo muy cerca de ser extraditado a España pero el Régimen de Vichy negó la solicitud.
Como president en el exilio llegó a publicar tres números del Diario Oficial en el exilio. Finalmente, en 1977 volvió en ejercicio del cargo en el marco de la Transición española y presidió durante tres años el primer gobierno de unidad de la Generalitat restaurada.
Pujol: la resistencia catalanista
El primer president de la Generalitat autonómica escogido por el Parlament fue Jordi Pujol (1930), que sucedía de esta manera en 1980 al histórico Tarradellas. 20 años antes, Pujol había sido arrestado y torturado por la policía franquista por ser uno de los principales impulsores de una acción que se llevó a cabo en el Palau de la Música, donde decenas de personas cantaron El cant de la senyera ante varios ministros franquistas. También se lanzaron panfletos donde se tildaba a Franco de opresor y de corrupto.
Pujol fue condenado por un delito de rebelión militar a siete años de prisión y cumplió dos y medio más uno de confinamiento en Girona.
Mas: el inicio del procés
Artur Mas (1956) fue el primer president represaliado en el marco del procés independentista de Catalunya. Concretamente, fue procesado por la consulta no vinculante celebrada el 9 de noviembre del 2014, y condenado a una multa millonaria y dos años de inhabilitación por desobediencia.
Puigdemont: el president del 1-O
Designado por Mas como sucesor, Carles Puigdemont (1962) fue el president que llevó el procés independentista hasta su clímax, permitiendo la celebración del referéndum de autodeterminación del 1-O y la declaración de independencia del 27-S.
A raíz de la aplicación del artículo 155 y la previsible persecución judicial, Puigdemont se marchó al exilio poco después de la declaración. A pesar de que meses después fue detenido en Alemania por una euroorden española, Puigdemont fue puesto en libertad y desde principios de este 2020 ejerce como eurodiputado catalán desde Waterloo (Bélgica).
Torra: la libertad de expresión
El último de los presidents represaliados ha sido Quim Torra (1962), que después de restablecer las instituciones de la Generalitat una vez pasado el artículo 155, ha sido inhabilitado este lunes por no retirar una pancarta del Palau a favor de la libertad de los presos políticos y exiliados.