Este miércoles hace un año que se conoció la sentencia del juicio del procés. Caía la rebelión, pero el Tribunal Supremo se cogía a la sedición para mantener el relato de la Fiscalía y justificar la prisión preventiva que se aplicó a los consellers, la presidenta del Parlamento y Jordi Sànchez y Jordi Cuixart desde el momento de su citación como investigados.
Un año después, todos ellos han querido recordar cómo vivieron aquel 14 de octubre desde el punto de vista más personal. Los nueve presos y presas políticos han hablado en exclusiva a Catalunya Ràdio y han coincidido en que la sentencia fue una "respuesta de venganza" contra todo el movimiento independentista y todos reafirman que no han cambiado sus ideales y que seguirán luchando por la República Catalana.
Los Jordis
El exlíder de la ANC, Jordi Sànchez, fue condenado a 9 anys por sedición. A pesar del miedo y la indignación, Sánchez ha explicado que "lo motivó mucho" ver la movilización ciudadana de aquel día. "En muy pocas horas la gente estaba en la calle protestando, dándonos apoyo y denunciando lo que fue un castigo político. Eso nos espoleó", ha explicado.
El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, fue condenado a la misma pena y un año después reafirma que lo volverá a hacer y específica que esta vez será "juntos y sin dejarnos a nadie por el camino": "La condena del Supremo desenmascara el miedo del Estado a la lucha no violenta y a la desobediencia civil. Y como sociedad civil tenemos que persistir y madurar en esta movilización".
Las presas
Carme Forcadell, expresidenta del Parlament, fue condenada a 11 años y 6 meses por sedición. Al recordar aquel día, Forcadell ha asegurado que "se le heló el corazón" y pensó en su madre: "11 años y 6 meses, me dijeron. Pensé en mi madre. Se me hizo un nudo en el estómago. Tendría 102 cuándo saliera. No era justicia, es venganza", relata con dolor.
Por su parte, la otra presa política, Dolors Bassa, exconsellera de Treball, fue condenada a 12 años por sedición y malversación y considera que aquel 14 de octubre fue el día más duro de su vida. Además, hace autocrítica: "Creo que las instituciones catalanas no estuvieron a la altura para consensuar una respuesta unitaria y eso condicionó la respuesta de la ciudadanía. Y la verdad es que eso me dolió"
Medio Govern encarcelado
Quien recibió la pena más alta fue el líder de ERC y exvicepresident del Govern, Oriol Junqueras, que fue condenado a 13 años de prisión. A su entender, se trata de una sentencia que llevaba sus nombres pero que sentenciaba a "todo un país", es decir, a la causa independentista. Sin embargo, un año después ha querido enviar un mensaje de esperanza y ha dicho que el movimiento seguirá avanzando "si sabemos seguir sumando y hacernos más fuertes."
Quim Forn, exconseller de Interior, fue condenado a 10 años y 6 meses por sedición y ha explicado que lo primero que hizo fue llamar a su mujer y mantener los ánimos. "Llamo a mi mujer, ella ha sabido la sentencia por los medios. Ni ella ni yo nos desanimamos. Sabíamos cómo podían ir las cosas y sabemos que tenemos que seguir luchando", ha dicho.
En esta misma línea, el exconseller de Presidència, Jordi Turull, condenado a 12 años por sedición y malversación, también pensó en su familia. Lo primero que hizo, según ha relatado, fue llamar a su mujer y pedir que hicieran un tuit "muy corto, muy explícito, para que desde el minuto cero se viera que no me doblegaría, que es el 'Visca Catalunya lliure'".
Raül Romeva, exconseller de Acció Exterior, fue condenado a 12 años por sedición y malversación, y ha denunciado la parcialidad de la justicia española: "La ley es la misma para todo el mundo. La justicia no lo es. Es una injusticia. Y también la prueba de que el estado español es un estado fallido y no saldrá adelante."
Josep Rull, exconseller de Territori i Sostenibilidad, fue condenado a 10 años y 6 meses por sedición. Ha aprovechado el primer aniversario de aquella fecha para recordar que los ideales de todos los presos están intactos y que seguirán luchando por esta causa:"Hoy somos los independentistas, mañana cualquiera que ose discrepar. Me parece que alguien ya lo ha empezado a percibir. No nos rendiremos nunca. La esperanza es más poderosa que el miedo".