El ciudadano Mariano Rajoy caminaba deprisa este miércoles para llegar al resgistro de Santa Pola, primer día de trabajo, mientras a más de 600 kilómetros continuaba la batalla por la carrera a liderar el Partido Popular, en Génova 13. Rajoy llegaba tarde, pero eso no le angustiaba lo que más. Los suyos le decían preocupado por si la contienda en Madrid se escapaba de las manos, tras negarse al dedazo de su predecesor, José María Aznar. Y es que a medida que pasan los días, una mayoría de altos cargos del PP toma partido por uno u otro candidato, en medio de una división total entre su exgobierno y los territorios.
El hito de esta semana era la guerra por los avales, que amenazaba con ser la primera exhibición de fuerza entre los tres principales candidatos a liderar el PP: Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y Pablo Casado. Era la estrategia de fuerza que Susana Díaz intentó utilizar con Pedro Sánchez en las primarias del PSOE el año 2016. Precavido, el comité organizador del PP limitó la validación de las candidaturas a las 100 primeras firmas necesarias, pero Cospedal (3.336 avales) y Casado (más de 5.000) sí intentaron mostrar músculo, a la vez que el equipo de Santamaría guardaba silencio para no enseñar demasiadas cartas al rival, según fuentes de su candidatura.
Si bien, seis exministros le dan ya apoyo a la exnúmero dos de Rajoy. El primero en pronunciarse fue el extitular de Fomento, Íñigo de la Serna, quien en una comparecencia en Santander hacia las 11h de la mañana se posicionó a favor de Santamaría. Los rumores sobre que ambos podrían haber concurrido a la contienda juntos hacía días se gestaban; sin embargo, de la Serna se limitó a asegurar que haría "todo aquello en sus manos" para que ella ganara. Lo mismo hizo el exportavoz y exministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, quien le atribuyó a su antes superior que era la "mejor candidata para presidenta".
A estos apoyos también habría que sumar el del exministro de Energía, Álvaro Nadal, el del exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro ―clásicos sorayistas, aunque no lo habrían declarado en público en esta ocasión― el de la exministra de Trabajo, Fátima Báñez, y el del exministro de Sanidad y dirigente del PP vasco, Alfonso Alonso. Es decir, el de los antes llamados "sorayos", que conformaban núcleo duro de Santamaría en la Moncloa y a los que se suma José Luis Ayllón, exjefe de gabinete de Rajoy antes de la moción de censura, y antes, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes.
En este sentido, Ayllón, Báñez y Alonso fueron quienes acompañaron a la candidata a la sede de Génova 13 a las 13h para presentar sus avales. A las puertas del edificio, Santamaría abogó por primera vez por la negociación e integración en su lista "antes, durante y después" del congreso de los días 20 y 21 de julio.
En última instancia, la exvicepresidenta también contaría con el favor del dirigente andaluz Juanma Moreno, como máximo exponente de uno de los territorios –junto con Alonso, quien es además el presidente del PP vasco.
En el otro lado del ring, Cospedal también tendrá dos apoyos esenciales del anterior gobierno Rajoy: el primero, el exministro del Interior, Juan Ignacio Zoido; y segundo, la exministra de Sanidad, Dolors Montserrat, quien será la portavoz de campaña de la vicesecretaria general –quien, sin embargo, dejará el cargo este viernes cuándo sea nombrada oficialmente candidata. Son los únicos extitulares del gabinete ministerial que se han posicionado de su lado por el momento, aunque la mujer fuerte del partido decía que no le sorprendían el apoyo de De la Serna y Báñez a su archi-rival.
Por el lado de los territorios, la lideresa del PP de Castilla-La Mancha contará con su bastión autonómico, además de dos fortines que solían ser clásicos en el PP: Murcia y Madrid. En el segundo de los casos, el presidente Ángel Garrido se puso del lado de la dirigente, una de las personas de más confianza de la expresidenta Cristina Cifuentes, baronesa colocada por Cospedal.
En tercer lugar, Casado llegaba a la sede de Génova acompañado por el otro vicesecretario, Javier Maroto, Isabel Díaz Ayuso, del equipo de Cifuentes, entre otras personalidades de perfil liberal, y contando con el apoyo de la otra joven vicesecretaria, Andrea Levy, que no estaba en la sede del partido este miércoles.
Los que de momento no se han posicionado son la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien se dijo "decepcionada" porque el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no se presentara a la batalla. Feijóo tampoco explicó a quién daría apoyo, aunque los rumores sobre que Cospedal se presentó porque él no lo hacía habían sido una constante este martes. La sección valenciana, liderada por Isabel Bonig, también se muestra neutral: de hecho, la candidatura del exministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, no fue avalada oficialmente por la sede autonómica.
El resto de rivales, hasta completar el elenco de siete, serán el diputado José Ramón García Hernández y el expresidente de Nuevas Generaciones de la Comunidad Valenciana José Luis Bayo y Elio Cabanes, un concejal del PP anti-Rajoy, que se añadió a último minuto. Los tres, con menos opciones inicialmente.