PSOE y Unides Podem han llegado a un principio de acuerdo para derogar la ley mordaza puesta en marcha por el Partido Popular, siete meses después de que el PSOE rechazara derogarla a petición de la CUP en el Congreso de los diputados.
Esta vez sí que habrá una negociación, que girará en torno a aspectos como el derecho de reunión o la toma de imágenes de manifestaciones u operaciones policiales.
Aunque han reconocido que "quedan importantes puntos a discutir", aseguran que han empezado a avanzar en la redacción de un acuerdo para derogar esta polémica ley. Una información que han avanzado fuentes de la formación lila y que han sido confirmadas por el PSOE, que remarca que todavía no se ha cerrado un acuerdo.
Protección de derechos
El derecho de reunión es uno de los puntos principales de esta legislación y Unides Podem asegura que se garantizará con la reforma de los artículos que hacen referencia para que "en ningún caso la ausencia de comunicación previa impida el ejercicio del derecho siempre que sea de forma pacífica".
En relación con la presa de imágenes, no se podrá sancionar la presa y difusión de imágenes cuando no afecten al derecho a la intimidad o la seguridad de los policías o sus familias.
Las mismas fuentes de la formación lila han explicado que esta mañana se han reunido representantes de las dos formaciones después de que la semana pasada Unides Podem reclamara cerrar ya el plazo de enmiendas y buscar un acuerdo.
Propuesta de la CUP
Hace siete meses el PSOE tumbó la derogación de la ley mordaza, que trajo a la CUP al Congreso de los Diputados. Sin embargo, fue justamente la resistencia de los socialistas la que hizo naufragar la iniciativa, al debate deprisa en consideración, donde Unidas Podemos sí que votó a favor.
La iniciativa fue secundada por otras formaciones, como los partidos independentistas y soberanistas. La diputada Montse Bassa (ERC) cargó contra la "pasividad" del Gobierno, que "implicaba legitimar y mantener la represión y el autoritarismo". Míriam Nogueras (Junts) preguntó "cuántas iniciativas tenían que girar aquí para dejar de actuar de forma desacomplejada en Catalunya". Jaume Asens (Unidas Podemos) se vio obligado a defender que "La Moncloa estaba dando pasos".
El PP, Ciudadanos y la extrema derecha de Vox también se opusieron, como era de esperar. La socialista Ana María Botella lo calificó de "ocurrencia" y defendió que "no era posible derogar una ley sin alternativa". No hacerlo, avisó, sería la instauración de "la ley de la selva". Y se dirigió directamente a los cupaires: "Si de verdad quieren cambiar las cosas, condenen la violencia".