Primer golpe al catalán: el PP ha iniciado el cambio de nombre de València. La nueva alcaldesa de la capital valenciana, María José Catalá, ha presidido este martes la primera Junta de Gobierno Local — en la cual se ha puesto en marcha "el trámite para recuperar las tradiciones en la celebración del 9 de octubre y la denominación bilingüe de la ciudad". Es decir, que pronto será oficialmente València (en catalán) y Valencia (en castellano, sin el acento). Ya lo advertíamos la semana pasada: el valenciano está en la cuerda floja en el País Valencià, por mor de la victoria del PP y Vox.
Fue durante el pleno de investidura de este fin de semana cuando Catalá avanzó sus planes catalanófobos para la ciudad. "Nuestras lenguas oficiales son el valenciano y el castellano, nuestra tierra es la Comunidad Valenciana (en lugar del País Valencià), y nuestra bandera es la senyera", sentenció. Entonces, lo dejó claro: "Recuperaremos la denominación bilingüe de la ciudad y protegeremos nuestras señas de identidad y nuestras tradiciones". Como mínimo, la nueva alcaldesa ha respetado la senyera.
LGTBfobia en Nàquera
En Valencia, el PP gobierna sol después de excluir Vox del gobierno municipal. Pero hay municipios donde la derecha y la ultraderecha sí que gobiernan juntas. Es el caso de Nàquera (Camp de Túria), donde el acuerdo de gobierno entre Vox y el PP para la investidura del extremista Iván Expósito incluye medidas como la retirada de banderas LGTBI de los edificios oficiales y sustituir las concentraciones contra la violencia machista por simples actos "contra toda violencia" o "contra la violencia". Todo, en el mes del Orgullo.
La nueva política LGTBfóbica y machista de Nàquera parece que será el pan de cada día en el estado español si el PP y Vox consiguen formar gobierno después de las elecciones generales del 23-J. Así se desprende de las palabras pronunciadas por Alberto Núñez Feijóo este lunes sobre Carlos Flores, miembro de Vox condenado por maltrato y que ha formado parte de la ecuación para pactar el gobierno del País Valencià. Lejos de condenar la violencia machista ejercida por Flores, Feijóo se limitó a señalar que el ultraderechista sufrió "un divorcio duro". Es por esto que desde fuerzas como el PSOE o Sumar han censurado con contundencia las lamentables declaraciones del líder popular.