El Parlament de Catalunya ha hecho este jueves un primer paso para la reforma del reglamento de la cámara catalana que incluye la incorporación del voto telemático, ampliar los supuestos de delegación de voto y asimilar la conformación de los grupos parlamentarios al reglamento del Congreso de los Diputados. Los cinco partidos que ya habían llegado a un pacto para la propuesta de modificación i han votado a favor de la tramitación por lectura única son: PSC, Junts, ERC, comuns y la CUP. Aliança Catalana se ha abstenido, justificando que el cambio no solo es para garantizar el voto de los diputados al exilio, sino también para que la CUP pueda tener un grupo propio y abandone el grupo mixto. PP y Vox han votado en contra. Pocos segundos después de empezar su discurso, Joan Garriga, de Vox, que ha hablado durante una parte en catalán, ya ha sido advertido por el presidente de la cámara, Josep Rull, que le ha reclamado que centrara su intervención en la reforma del reglamento, cosa que no ha hecho en ningún momento. Durante la intervención de Garriga, Rull, lo ha tenido que interrumpir en reiteradas ocasiones.

Aprobación definitiva el 25

Después de este primer paso, en que se ha aprobado la tramitación por la vía de lectura única, se celebrará el debate final y la votación de las enmiendas en un pleno el 25 de julio. En este ya podría asistir Ruben Wagensberg, el diputado de ERC en el exilio que podrá volver de Suiza después de que el Supremo haya archivado la causa del Tsunami Democràtic. Ahora, se abre el periodo de enmiendas —que acabará esta tarde— y la Mesa ya había contemplado que los grupos parlamentarios que han votado en contra pidan un dictamen al Consell de Garanties Estatuàries. De hecho, desde el PP ya se había adelantado que presentará este recurso. El organismo tendrá tres días hábiles para decidir si lo admite o no a trámite y siete —desde que reciben la solicitud— para emitir un dictamen no vinculante. Con todo, el calendario que había fijado la Mesa ya se había elaborado teniendo en cuenta estos plazos.

Un cambio “necesario”

En sus intervenciones en el pleno, los grupos que han votado a favor de tramitar la propuesta por lectura única han subrayado que este era un cambio necesario y que incorpora elementos que no son en ningún caso una novedad, sino que ya forman parte del reglamento de otras cámaras autonómicas o del Congreso de los Diputados. Tanto ERC como la CUP han recordado que en la legislatura pasada los dos partidos intentaron una reforma similar, pero que no llegó a buen puerto por la negativa de Junts. Marta Vilalta ha celebrado que se haya podido llegar a un “acuerdo amplio y de país”, que representa a 110 de 135 diputados que hay en la cámara catalana. Dani Cornellà ha recordado que los partidos que han llegado a este acuerdo son los mismos que firmaron el pacto antifascista y ha dejado bien claro que su grupo con Alianza Catalana nunca compartirán “absolutamente nada”.

Jeannine Abella, en nombre de Junts, ha destacado que esta modificación del parlamento tiene dos objetivos claros: tener un Parlament moderno, capaz de aprovechar la tecnología por el voto telemático y poder garantizar el derecho de participación política de todos los diputados. "Es una práctica extendida y normalizada a muchos estados y asambleas. Hay quien quiere ver problemas donde no los hay, porque es una práctica normal en muchos parlamentos y gobierne a quien gobierne", ha subrayado. Ferran Pedret, del PSC, se ha pronunciado de una manera muy similar, asegurando que esta reforma no tendría que generar controversia. Por parte de los comuns, en cambio, Susanna Segovia ha centrado su intervención en reivindicar que una vez se apruebe la reforma, se podrán hacer declaraciones institucionales con una mayoría de dos tercios, sin la necesidad de unanimidad. Durante la pasada legislatura, Vox aplicó su derecho de veto y no se hizo ninguna.