La ley del estatuto de municipios rurales avanza con paso firme al Parlament. Después de su aprobación por parte del Govern de Salvador Illa (Pere Aragonès la dejó terminada y ha asistido hoy a la cámara catalana), este miércoles ha hecho la suya primera pasa en el Parlament, donde ha contado con el apoyo de todos los grupos y ningún partido ha presentado enmienda a la totalidad. Antes del debate en la cámara, se ha celebrado un multitudinario acto en el auditorio donde han intervenido Rull, Illa (esta es la primera ley de su Govern), y representantes de los municipios. Estos no han podido evitar mostrar su satisfacción por la ley, pero también han pedido celeridad a las instituciones para conseguir que esta entre en vigor y tenga efectos tan pronto como sea posible. "El estatuto se aprobará, pero después se tiene que desplegar. Pedimos que se acelere todo el proceso", ha manifestado Jaume Gilabert, presidente de la entidad Eines de Repoblació Rural.
"Cuanta más gente viva en el mundo rural, más se beneficiará el urbano"
En su intervención, Gilabert ha asegurado que los alcaldes del mundo rural (él encabeza el ayuntamiento de Montgai, en la Noguera, desde el 2007), prácticamente no se creen que esta ley reiteradamente demanda empiece sus tramites en el Parlament: "Estamos en un momento histórico para revertir esta situación. Nunca en Catalunya se había hecho una ley por intentar equilibrar el peso", ha celebrado. En su intervención en la cámara, el conseller de Presidència, Albert Dalmau, ha reconocido que Catalunya va tarde en este sentido y la mayor parte de los grupos parlamentarios también han expresado sus reproches por este retraso de una ley que ha sido reiteradamente reclamada. Aunque ningún partido haya presentado enmiendas a la totalidad, sí que registrarán parciales al articulado. Después de su primer paso en el Parlament, ahora continuará su trámite.
En su discurso, Gilbert también ha querido dejar claro que para él, "el mundo rural no es contradictorio con el urbano", como más riqueza y más gente viva en el mundo rural, más se beneficiará el mundo urbano". En una línea muy similar se ha expresado Joan Solà, presidente de la Associació de Micropobles de Catalunya, que ha asegurado que "un mundo rural más vivo hará un mundo urbano mejor", pidiendo a los diputados que mantengan el consenso y que el Estatuto sea aprobado: "No nos podemos permitir que el mundo rural siga perdiendo oportunidades".
Problemas de vivienda y despoblamiento
En una semana en que en Barcelona, la capital del país, se llenó de personas que denunciaban los problemas de vivienda, la principal preocupación de los catalanes, Gilabert ha explicado que este no solo es un problema de las ciudades, sino también en los pueblos más pequeños: "¿Casas, todas las que queráis, pero quienes invierte en revertir esta situación? Y los jóvenes se van porque no pueden hacer una casa a su pueblo", ha planteado, lamentando que en la Catalunya de los 8 millones que no padre de crecer, la mayor parte del territorio se vacía.
"Hoy la nación se mira y se gusta"
En el acto en el Parlament también han intervenido al president de la Generalitat, Salvador Illa, y el del Parlament, Josep Rull. El socialista ha agradecido el trabajo hecho al president Aragonès y su Govern, asegurando que su mérito se reduce a "dar continuidad a un trabajo bien hecho". Illa ha querido dejar claro que para el Govern, esta ley "no da ningún trato de privilegios, es un trato singular a una situación singular, para tratar con equidad a todo el mundo". En el debate de la ley, Dani Cornellà de la CUP, ha asegurado que por su partido se tendría que hacer discriminación de positiva.
Josep Rull, a su vez, ha asegurado que esta ley "estructura la nación", subrayando que su sujeto son los municipios. "Hoy, iniciando la ley, la nación se gusta, es capaz de dar continuidad a aquello que nuestros abuelos y bisabuelos hicieron, construir un país de calidad donde todo el mundo tiene derecho a la plenitud vital, viva donde viva".
¿Qué cambia con la ley?
Uno de los cambios más importantes que recoge esta ley es la definición de municipio rural, que hasta ahora no se había establecido. Son aquellos con menos de 2.000 habitantes, se sitúa en una comarca rural y tiene una densidad de menos de 150 habitantes por kilómetro cuadrado. Seis de cada diez municipios catalanes entran dentro de esta definición y vive allí el 4,2% de la población. Según esta definición, hay 15 municipios que quedan fuera y que tienen menos de 2.000 habitantes. Desde la CUP, han explicado que presentarán enmiendas para modificarla y poder incluirlos.
Uno de los grandes objetivos es frenar el despoblamiento. ¿Cómo? Una de las vías es precisamente promover que la gente vaya a vivir con deducciones en el IRPF por traslado, rehabilitación o compra de residencia habitual en un municipio rural. También dotar estos pueblos de más autonomía financiera y ayudar a los ayuntamientos, reduciéndolos de carga burocrática con un portal único para agilizar los procedimientos con la administración.