El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha reaparecido este sábado en la Casa de la República de Waterloo después de pisar Barcelona el pasado jueves. Lo ha hecho en una entrevista a la ACN y TV3, donde explica que llegó el viernes por la tarde después de esquivar la Operación Jaula de los Mossos d'Esquadra. Una vez hecho el viaje de vuelta, el jefe de filas de Junts admite que el "gesto" no estaba "exento de riesgo", pero también sostiene que ha servido para "amplificar la denuncia" contra los jueces del Supremo. "No queda otro remedio en que se aplique la ley de amnistía, si se quiere hacer política en condiciones de normalidad", defiende.

 

El president en el exilio asegura que con su vuelta a Catalunya se ha demostrado que tienen "capacidad para entrar y salir" y para "desafiar un estado represor". El pasado jueves, después del acto de "recibimiento institucional" en el Arc de Triomf de Barcelona, y ante el riesgo de detención, Carles Puigdemont decidió desaparecer, en compañía de Jordi Turull, esquivando el extenso dispositivo de los Mossos d'Esquadra. Primero se desplazaron, sin ser interceptados, hasta la Catalunya Nord, y después el president en el exilio culminó su viaje hasta la Casa de la República, en Waterloo (Bélgica), donde tiene establecida la residencia desde hace casi siete años. Llegó el viernes por la tarde, después de recoger a la familia en un aeropuerto de Bruselas.

 

Su deber: no dejarse detener

Carles Puigdemont señala que su deber era "no dejarse detener" y que, en el momento que vio el operativo en torno al Parlamento, "el plan B pasó a ser el plan B". "Visto que no podría acceder, que no podría hablar, de que no serviría de nada hacerme detener, mi intención era continuar el trabajo", afirma el expresident. Admite que el plan de huida tenía "pocas posibilidades de éxito" y que estaba "convencido" de que podría haber sido detenido "fácilmente". Sin embargo, si salía bien, añade que permitiría "demostrar" su capacidad para desafiar el Estado español.

Por otra parte, a pesar del riesgo de detención, el jefe de filas de Junts defiende haber utilizado "el foco mediático importante" del jueves con el debate de investidura "para denunciar pública e internacionalmente una anomalía democrática muy grave". Concretamente, "que hay un tribunal que se está rebelando contra las leyes aprobadas por su parlamento". Un hecho que, según Puigdemont, "no puede aceptar ningún estado de derecho".

Denuncia la "represión" del Govern

Más allá de su aparición y "extracción", el líder de Junts también denuncia los "episodios de represión incomprensible por parte del Govern de Catalunya" durante la jornada del jueves. "Se están produciendo detenciones con acusaciones delirantes y quiero expresar mi solidaridad a todos ellos", dice Puigdemont, que les llama a "no desfallecer".