La Comisión Europea ha empezado a aplicar desde esta semana las primeras prohibiciones en el uso de inteligencia artificial. Después de la aprobación en agosto del 2024 de la primera Ley de inteligencia artificial, Bruselas ha empezado a aplicar limitaciones a aquellas prácticas que considera que presentan "riesgos inaceptables" para la Unión Europea. El ejecutivo comunitario ha publicado este martes una serie de directrices sobre cuáles son las prácticas prohibidas en materia de inteligencia artificial para proporcionar "seguridad jurídica" a las empresas innovadoras y también a las autoridades encargadas de supervisar el uso de las nuevas tecnologías.

Prohibir la categorización de caras y emociones

Según la Comisión, quedan prohibidos todos aquellos sistemas de inteligencia artificial que exploten vulnerabilidades vinculadas a la edad, la situación socioeconómica o el grado de incapacidad de las personas. También prohíbe todos los sistemas de categorización biométrica que categorizan por creencias políticas, religiosas, filosóficas o por su raza y orientación sexual.

Europa también pone la lupa en aquellos instrumentos que utilizan técnicas "subliminales o manipulativas", así como sistemas que puntúan a las personas en función de su comportamiento o características personales, así como los sistemas de reconocimiento de emociones a los centros de trabajo o las escuelas. Ponen especial énfasis en la inteligencia artificial capaz de manipular el comportamiento humano, para parar así la proliferación de chatbots psicólogos, que ya han provocado casos de manipulación de menores en contra de sus padres.

Adiós a las bases de datos faciales

También entra en vigor uno de los puntos más calientes durante la negociación de la norma: el uso de datos de las cámaras de identificación biométrica en espacios públicos. Por ahora estarán prohibidos los sistemas para expandir o crear bases de datos faciales, captando imágenes de manera indiscriminada a través de internet o de grabaciones audiovisuales. La ley de IA sí que recoge que las cámaras se podrán utilizar con previa autorización judicial para prevenir una amenaza terrorista o para identificar a una persona que haya cometido delitos de terrorismo, tráfico de personas, explotación sexual, pero por ahora, Bruselas no dará por válido el uso únicamente de datos biométricos para resolver crímenes.

Sanciones a partir del verano

El ente ha recordado que todavía no dispone de los mecanismos para aplicar sanciones, algo que espera tener de cara al verano. Según ha detallado el ejecutivo comunitario, los estados miembros tienen hasta el próximo 2 de agosto para nombrar las autoridades nacionales responsables de analizar los casos más problemáticos y también para establecer las normas en materia sancionadora. En paralelo en todo este proceso, Bruselas también ha informado que este verano tiene previsto poner en marcha un centro de ayuda sobre la Ley de inteligencia artificial, una plataforma que ofrecerá materiales diversos a las empresas sobre la legislación y que permitirá a las compañías del sector trasladar sus dudas vinculadas a la ley.