Bien lejos del Valle de los Caídos. Los restos de Primo de Rivera ya van en dirección al cementerio de San Isidro desde la una menos cuarto de este lunes. Será un recorrido de 55 kilómetros. El fundador de la Falange ha sido exhumado a primera hora de este primer día de semana, acompañado de una comitiva de ochenta personas, entre los que había familiares e invitados. Con el fin de preservar la intimidad, los periodistas han tenido que quedarse a las puertas del valle de Cuelgamuros, y no han podido acceder al mausoleo franquista.

Una quincena de falangistas se han concentrado al lado de la prensa, para homenajear a gritos a Primo de Rivera cuando ha salido en un coche fúnebre en dirección al cementerio madrileño de San Isidro, donde será enterrado con su familia. Incluso algunos se han presentado con camisas azul marino con escudo de yugo y flechas bordado en el corazón; y han sido identificados por los guardias civiles que custodiaban la entrada al anteriormente conocido como Valle de los Caídos. Varios coches, además, que circulaban por la carretera que da entrada al monumento, han hecho sonar sus cláxones y han gritado consignas como "¡José Antonio, presente"!.

También se prevé que, una vez los restos de Primo de Rivera lleguen al cementerio de San Isidro —ubicado en el distrito madrileño de Carabanchel—, haya un buen puñado de falangistas recibiéndolos; por homenajear a su líder. También hay que recordar que el mausoleo está cerrado desde el jueves, y que la exhumación se ha producido un lunes, cuando el recinto siempre está cerrado. Además, la exhumación coincide con el 120.º aniversario del nacimiento de Primo de Rivera.

Al fin y al cabo, habrán esperado al muerto mucho más de lo que estaba previsto. Algunos agentes de la Guardia Civil han explicado a los periodistas que hacían guardia en las puertas del Valle de los Caídos que, por algún imprevisto, todo se ha retrasado. Si todo hubiera ido como se esperaba, Primo de Rivera tendría que haber sido exhumado hacia las ocho y se tenía que celebrar una misa hacia las nueve. Se calculaba que los restos falangistas abandonarían el Valle de los Caídos antes de las once de la mañana. No ha sido así. Una curiosidad: a pesar de la nueva ley de Memoria Democrática, las señales de tráfico que dirigen los conductores hacia el valle de Cuelgamuros todavía tienen escrito 'Valle de los Caídos'.

Los restos se situarán con los de sus familiares

La familia de Primo de Rivera ya hacía tiempo que había solicitado al abad de la comunidad benedictina del Escorial y a la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid la exhumación de los restos, que están en la basílica mayor. Los restos del fundador de Falange se situarán con las de miembros de su familia, que también se encuentran en el cementerio de San Isidro, en el distrito madrileño de Carabanchel.

Los restos de José Antonio Primo de Rivera llegaron a la basílica del Escorial en noviembre de 1939, procedentes de Alicante, donde fue ejecutado. Cuando se inauguró el Valle de los Caídos en 1959, el dictador Francisco Franco invitó a la familia de José Antonio a trasladar sus restos al mausoleo. Con la nueva exhumación, será el cuarto traslado de los restos del fascista.