En menos de una semana el principal diario suizo, Neue Zürcher Zitung, ha cargado dos veces contra el estado español. El miércoles pasado el rotativo aseguraba que España "está en el caos". "La mala coordinación y la falta de personal sanitario están provocando una nueva oleada de coronavirus en Madrid", indicaba el diario, que comparaba la situación española con la de Italia, que no duda en tildar de "ejemplar".
Ahora, el Neue Zürcher Zitung vuelve a sentenciar el Estado: "¿Es España un Estado fallido y cómo debe tratar la UE a ese miembro?". Este es el titular de la tribuna que el diario publicaba este sábado. El autor del texto es Friedrich Leopold Sell, profesor de economía en la Universidad Bunderswehr de Múnich, presidente del consejo científico del Instituto de Investigación Económica de Halle y vicepresidente de estudios de la Academia de Negocios y Administración de Múnich.
Sell explica al lector que se habla de estado fallido cuándo "ninguno de los tres poderes de un Estado constitucional democrático sigue cumpliendo con lo que la Constitución y el pueblo esperan de ellos".
"Situación inestable"
Según el profesor, España se encuentra en una "situación política demasiado inestable" y, por lo tanto, considera que "una ayuda financiera rápida y masiva de la UE para una España plagada de coronavirus no está actualmente justificada".
Sell asegura que a España le convendría más la ayuda del Banco Mundial o el FMI "para identificar primero proyectos significativos que merezcan apoyo".
"¿España fracasada?"
El diario suizo no es el único que destaca la mala situación en que se encuentra España; el historiador e hispanista francés Benoît Pellistrandi publica una columna en Telos titulada "España fracasada".
Pellistrandi augura para España "un horizonte de crisis sistemática" y señala directamente el Gobierno acusándolo de ser "incapaz de organizar una solidaridad interterritorial". El historiador no entiende como durante toda la pandemia España sólo ha trasladado a dos enfermeros de una comunidad a otra.
Además, el historiador subraya que "mientras los españoles se preocupan, con motivo, por las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, la clase política se entrega a debates estrictamente partidistas".