El profesor de historia judía Ariel Kanievsky ha respondido de forma contundente al intento de boicot ultra que sufrió ayer la sede de la Generalitat en Madrid, la librería Blanquerna.
"Soy judío. Pertenezco a una comunidad nacional y cultural que ha sido víctima de gentuza cuya ideología se resume en este brazo alzado. Por eso, por obligación moral, por memoria histórica, siempre estaré en la trinchera antifascista. Visca Catalunya! ¡No pasarán"!, ha proclamado.
Con motivo de la Diada, convocados por partidos como Falange o Democracia Nacional, un centenar largo de ultras se concentraron el viernes ante el Centre Cultural Blanquerna, sede de la Generalitat en Madrid. Delante de la librería, en la calle Alcalá de la capital española, reclamaron la absolución de sus militantes que la asaltaron el 2013. Algunos de ellos, que todavía no han entrado en la cárcel a pesar de la sentencia firme, estuvieron presentes en la concentración y dos de ellos tomaron la palabra.
Si no pudieron acceder fue porque la librería decidió cerrar las puertas mucho antes del horario habitual, a las siete de la tarde, una hora antes de la concentración ultra. Desde aquel momento una docena de agentes de la Policía Nacional custodiaron la entrada, con cuatro furgonetas de antidisturbios de refuerzo en los alrededores. La policía no hizo mantener las distancias y medidas de seguridad. Exaltación neofascista en pleno centro de Madrid.
Durante el acto, se escucharon continuas proclamas a la unidad de España y "gloria eterna a los héroes de Blanquerna". No había ninguna bandera constitucional. En cambio, sí que había falangistas de todo tipo, de Democracia Nacional y la bandera española con el águila, de las formaciones a las que pertenecen los asaltantes. Dos pancartas: Blanquerna absolución y Blanquerna Style.