Una de las excepciones que, desde el primer momento, prevé el decreto con el que se restringe la movilidad en Catalunya es el derecho a manifestación y participación política. No es una novedad, pero ahora que arranca la campaña ha estallado la polémica, porque implica que mientras los ciudadanos tienen prohibido moverse del municipio si no es para trabajar o por causa mayor, los partidos pueden organizar actos por todo el territorio con libertad para invitar a asistir, vengan de donde vengan los participantes. Ante el revuelo suscitado, el vicepresident Aragonès invitará este jueves al resto de partidos a rubricar un acuerdo para que sólo asistan presencialmente a los mítines los vecinos del municipio donde se organice. Lo ha afirmado en una entrevista en La Xarxa.
Ya este martes por la noche, el vicepresident trataba de aplacar la controversia apelando al sentido común. Y horas después, esta mañana de miércoles, ha dado un paso más anunciando la propuesta de "limitar los mítines a que asista la gente del municipio". Lo trasladará durante una nueva reunión de la mesa de partidos políticos, a los que ha convocado para este jueves por la mañana, pocas horas antes del pistoletazo de salida oficial en la campaña para el 14-F. Una fecha todavía por confirmar, pendiente de la decisión definitiva del TSJC, que todavía podría aceptar que los comicios se aplacen en primavera.
El cabeza de lista de Esquerra Republicana a las elecciones catalanas ha explicado que su partido así lo hará. Los republicanos tienen previstos actos presenciales cada día de campaña en un lugar diferente de Catalunya. Ahora bien, según ha confirmado, sólo se abrirá la inscripción para los que vivan en el municipio donde se celebre y el resto tendrán que seguirlo de manera telemática.
Vista la indignación que ha despertado en buena parte de la ciudadanía la posibilidad de que se pueda romper el confinamiento perimetral para ir a un acto de partido pero no al teatro, al cine, a un concierto o a hacer deporte, las principales fuerzas políticas han salido al paso para calmar los ánimos.
Lo hizo el jefe de campaña de ERC, Sergi Sabrià, a través de Twitter, confirmando que se reservaba la presencia a los mítines sólo a los vecinos. JxCat hizo un comunicado en la misma línea, como también lo han hecho los socialistas catalanes. Eso sí, desde el PSC han añadido una crítica al Govern de la Generalitat, al que acusan de irresponsable.
La CUP, por su parte, ha pedido a las personas que quieran seguir su campaña electoral que no salgan de su municipio para ir a mítines y lo hagan a través de internet. La formación anticapitalista ha explicado que los actos previstos a nivel nacional se harán en un plató y serán retransmitidos por streaming. "Planteamos una campaña de acuerdo con la situación sanitaria y por eso hemos reducido al mínimo los actos que haremos con público", han asegurado los jefes de campaña, Maria Rovira y Edgar Fernández.
La prisión y el exilio han potenciado la virtualidad de los actos
"Todas las fuerzas son conscientes de que las maneras de hacer campaña tienen que cambiar". De hecho, desde la última campaña electoral para las elecciones en el Parlament, la de diciembre de 2017, las formaciones independentistas ya se vieron obligadas a funcionar de esta manera. Con sus líderes exiliados o encarcelados, tanto JxCat como ERC empezaron a aplicar la tecnología para acercar sus máximos dirigentes al electorado.