Foc Nou, una de las tres candidaturas que aspira a obtener el liderazgo de Esquerra Republicana (ERC) en el congreso que el partido celebrará el próximo 30 de noviembre, ha presentado una propuesta para hacer la independencia el año 2030. El plan estratégico plantea trabajar en cinco flancos diferentes con el fin de "ganar una posición de fortaleza muy superior a la del 2017", que incluirían obtener apoyos internacionales o aislar los "elementos antidemocráticos del poder español". La candidatura que lideran Helena Solà y Alfred Bosch propone incorporar esta hoja de ruta en la ponencia política del 30.º congreso de ERC con el fin de poder debatirlo posteriormente con los agentes sociales y otros partidos políticos.
La propuesta recuerda que el 2030 es el año marcado por las Naciones Unidas para alcanzar los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), y defiende que la República Catalana representa esta agenda internacional porque "garantiza una sociedad más justa, más moderna, más ecológica, más libre, democrática, próspera y social". Además, recuerda que el objetivo 16, aboga por el respeto a los derechos fundamentales, individuales y colectivos, y reclama instituciones participativas sólidas. "Sin la independencia, Catalunya difícilmente alcanzará un objetivo como este", reflexionan desde Fuego Nuevo.
El plan estratégico de Foc Nou
Para hacer una realidad este objetivo, la candidatura republicana plantea cinco flancos con un total de 19 propuestas. En primer lugar, en lo que denominan el "flanco político catalán", apuestan por crear un espacio de trabajo con la CUP y Junts para establecer una "estrategia nacional compartida", obtener una mayoría amplia en el Parlament de Catalunya para convocar un plebiscito sobre la independencia y en caso de victoria, y previo apoyo internacional, proclamar la República Catalana. Por otra parte, en el "flanco cívico catalán", Foc Nou propone constituir una mesa para la independencia con actores sociales y populares y organizar movilizaciones con el objetivo de hacer "demostraciones de fuerza" y "desactivar órganos de represión del estado".
En el "flanco internacional", plantean abrir conversaciones con gobiernos, organismos mundiales, empresas y ONG para obtener apoyos, y firmar acuerdos con estos agentes que garanticen asistencia en caso de que se celebre un referéndum y se proclame la independencia. También proponen abrir un "flanco cultural y nacional" con propuestas para articular "un amplio movimiento de conciencia catalana". Finalmente, con respecto al "flanco español", apuestan por coordinar la fuerza parlamentaria del independentismo en las cortes españolas para obtener una aceptación formal del derecho a la autodeterminación y el visto bueno del estado a un plebiscito, negándose a investir a ningún gobierno que no acepte una negociación en estos términos.