El PSC aconseja a Junts que asuma "el papel que le toca", como primera fuerza de la oposición, y ponga por delante el país y no los intereses de partido. Al día siguiente del Congreso en que el presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ha vuelto a asumir el liderazgo orgánico de la formación, la viceprimera secretaria del PSC, Lluïsa Moret, ha evitado opinar sobre el impacto que puede tener este movimiento, pero ha lanzado un llamamiento a buscar espacios de diálogo y la posibilidad de acuerdos.
En la rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva del PSC, Moret ha mostrado el "respeto absoluto" por el proceso interno que ha vivido el partido de Puigdemont pero ha expresado la esperanza de que "Junts asuma su papel como primera fuerza política de la oposición", y que lo haga llevando a cabo una oposición propositiva, consciente de los problemas del país y que apueste por buscar acuerdos desde el diálogo y el respeto.
"Este país necesita evidentemente que la primera fuerza de la oposición sea y desarrolle la tarea le toca, que es ser propositiva, constructiva, hacer propuestas y poner por delante de los intereses del partido los intereses de Catalunya. Y eso solo se hace con diálogo e identificando los problemas de los catalanes y los retos del país", ha advertido la número dos del PSC.
Puigdemont
Moret ha evitado opinar sobre el hecho de que Puigdemont haya asumido la presidencia de Junts, y se ha limitado a asegurar que el PSC espera que "la nueva dirección del partido, sea quien sea, asuma el rol que le toca", es decir, actuar como "primera fuerza de la oposición" y por lo tanto, "un rol de trabajar y generar entornos saludables para dar respuesta a los problemas e intereses de los catalanes".
Por lo que respecta a la ronda de reuniones que esta tarde pondrá en marcha al president de la Generalitat, Salvador Illa, con los grupos parlamentarios, ha asegurado que son "protocolarias", y resultado de la petición expresada por los grupos parlamentarios en el debate de política general que se celebró en la Cámara catalana a principios de octubre. El objetivo, según ha apuntado, será "establecer un marco de relaciones cordiales y positivas, más que no entrar en el detalle de los temas concretos".