Con las reservas de los embalses bajo mínimos e inmersos en la peor sequía en muchos años, que no parece que se tenga que revertir con lluvias abundantes ni a corto ni a medio plazo, el PSC ha dedicado la reunión de su Govern Alternatiu a esta problemática. Y tal como ha explicado Alícia Romero desde el Parlament, el partido ha decidido poner en marcha su propia mesa del agua, que se reunirá semanalmente para analizar el seguimiento de la situación en el país, ante la "inacción" del Gobierno que la portavoz socialista también ha denunciado. En los últimos días, el conseller del ramo, David Mascort ha rechazado convocar una nueva cumbre del agua, la última fue a finales de marzo, pero desde el PSC han optado por poner en marcha su propio espacio desde el Govern Alternatiu. "Nosotros queremos ayudar al Govern, si así lo considera, ante el principal problema que sufre Catalunya", ha subrayado Romero.
En este sentido, la portavoz del PSC en el Parlament también ha advertido que la responsabilidad de hacer frente a la sequía no es de los ciudadanos, que ya consumen un volumen de agua significativamente bajo, gracias a los hábitos de ahorro, sino de las administraciones, que es quien se tendría que encargar de poner en marcha las infraestructuras necesarias. Concretamente, ha puesto el foco, más allá de las desalinizadoras, en una planta de tratamiento de agua potable en el Besòs, que, según ha señalado, podría estar lista en dos años y sería clave para el Àrea Metropolitana de Barcelona, donde ya hay importantes restricciones de agua. "Esperamos que la Agencia Catalana del Agua nos pueda dar la autorización definitiva, aunque ya vamos tarde", ha lamentado Romero.
Sin Hard Rock, el PSC no negociará los presupuestos
Aparte de la grave problemática de la sequía, la socialista también ha hecho referencia a la negociación de los presupuestos con el Govern para el próximo año, advirtiendo que esta pasa primero por el cumplimiento de los acuerdos a los cuales llegaron para el 2023, es decir, la construcción de la B-40, la ampliación del aeropuerto y el Hard Rock: "Si no se aprueba el plan urbanístico o el convenio de la B-40 el PSC no negociará los presupuestos", ha aclarado tajante Romero, deseando que los escollos que ahora mismo lo impiden se puedan resolver. "Hasta que no tengamos la garantía de que las medidas pactadas para el 2023 están en funcionamiento, no negociaremos las del 2024", ha insistido, asegurando que hay un contacto frecuente con el Ejecutivo, pero que eso no quiere decir que hayan empezado las negociaciones propiamente dichas.
Esta misma semana, los comuns han advertido también en la misma línea que hasta que el Govern no haya cumplido con los presupuestos del 2023, tampoco negociarán los del 2024, aunque estas medidas pasan por otra línea, como el acceso a la vivienda o a la sanidad pública. Desde la CUP han ido más lejos y han pedido al Govern que, si quiere contar con sus votos, se aleje de los macroproyectos que plantea el PSC. Preguntada Romero por el hecho de que su partido continúe apostado por el Hard Rock en un contexto de sequía muy grave que ella misma denuncia, la socialista ha defendido que Catalunya es un país "hídricamente rico" y que corresponde al Govern hacer las infraestructuras necesarias que "nos permitieran desarrollar proyectos de todo tipo".