El Departament d'Economia i Hisenda ya trabaja en la elaboración de los presupuestos de 2023 y cuando arranque el curso político se intensificarán los contactos y negociaciones para poder aprobar las cuentas. De entrada, la CUP ve muy difícil votar favorablemente los nuevos presupuestos si estos son "continuistas". Los comuns, que aprobaron las cuentas de 2022, se muestran abiertos a hablar, aunque ya avisan de que quieren que sean "expansivos" para combatir la inflación. En la rueda de prensa de balance del curso 2021-2022, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, señaló a la CUP y En Comú Podem como socios preferentes. El rechazo al PSC no ha caído bien en las filas socialistas, que critican que Aragonès les descarte de entrada: "Es incomprensible que no quiera hablar con nosotros", ha declarado en una entrevista en EFE la portavoz del grupo socialista en el Parlament, Alícia Romero.
En esta línea, Romero afirma que no entienden como "ante la difícil situación derivada de la guerra en Ucrania, las elevadas cifras de inflación y los precios altos de la energía, el president de la Generalitat no tenga una actitud más constructiva" para negociar los presupuestos de 2023. El PSC va más allá y sostiene que se trata de un "error de cálculo" que "tiene más que ver con una lógica partidista que de país". "En lugar de sacar a los socialistas de la ecuación, lo que tendría que intentar el president Pere Aragonès es conseguir los máximos apoyos posibles para hacer un presupuesto potente que permita hacer frente a esta situación de crisis", arguye Alícia Romero.
La portavoz del PSC en el hemiciclo catalán ha aseverado, sin embargo, que por ellos "no quedará" y que mantienen "la mano tendida por responsabilidad, pensando en el país". "Pensamos que lo mejor para los ciudadanos es un presupuesto amplio, mayoritario, en el cual podamos incorporar diferentes sensibilidades", considera Romero, que también insta a tener presupuestos para el próximo año "en todas partes, en los ayuntamientos, diputaciones, en la Generalitat y en el Estado".
No sería "un cheque en blanco"
Con todo, Alícia Romero también subraya que, a pesar de esta predisposición, no se puede pretender que den "un cheque en blanco" para los presupuestos. "Hay un aumento considerable del techo de gasto y nos gustaría poder hablar con confianza con el Govern sobre dónde poner el acento en las nuevas cuentas y cuáles tienen que ser las prioridades", dice la portavoz socialista. Estos ejes principales serían, detalla, incrementar el gasto en salud, educación o servicios sociales, la "protección de las familias más vulnerables" o ayudas a las pymes para contrarrestar el alto coste de la energía. Preguntada por el impuesto de sucesiones, un tributo que Junts defiende que hay que eliminar —así lo decidieron en el último congreso—, Romero reivindica que "no es el momento de eliminar impuestos, y menos el de sucesiones, que es redistributivo".