Los equipos negociadores del PSC y Esquerra Republicana se han reunido este martes por la mañana en Barcelona para arrancar las negociaciones para la investidura. Esta reunión abre el baile de estas conversaciones, justamente la semana en que el president del Parlament, Josep Rull, se reúne con los grupos parlamentarios para evaluar si hay algún candidato que se quiera someter a la investidura del próximo 25 de junio. En un comunicado, ambas formaciones destacan que el encuentro ha servido para "iniciar las negociaciones" y que ambos equipos "se han emplazado a seguir trabajando".

El primer secretario del PSC, Salvador Illa, ya anunció este lunes que pedirá más tiempo para poder ir a una investidura con los votos asegurados de Esquerra Republicana y Comuns Sumar. Por eso se han reunido por primera vez con los republicanos para poner en marcha las negociaciones, aunque conversaciones y contactos ya había habido e incluso el PSC se desplazó a Ginebra el 6 de junio para encontrarse con la coordinadora de ERC de estas negociaciones, Marta Rovira, aunque en este caso fue para abordar la carpeta de la Mesa del Parlament.

El debate de la nueva financiación, encima de la mesa

Desde un buen inicio, Esquerra Republicana ha remarcado que una condición sine qua non para negociar un eventual apoyo de su grupo a una investidura de Salvador Illa es la financiación singular. Estos días ha habido unos primeros movimientos del PSC y del Gobierno para apuntar a un nuevo modelo de financiación que recoja las "singularidades" de Catalunya, pero dentro del régimen común, una opción que los republicanos no quieren porque apuestan por la recaudación íntegra de los impuestos y que se acerque al concierto económico. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, alertaba el sábado que el partido de Illa "tiene que saber que si Pedro Sánchez no es capaz de mover ficha, será muy difícil que Esquerra le pueda dar apoyo". "Illa tiene que tenerlo bien presente, tenemos que estar al lado de la gente, no al lado de Illa. La llave hoy está más en manos del Gobierno y de Pedro Sánchez que no en manos del PSC", añadía.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendía el domingo en La Vanguardia que "es compatible mejorar el sistema de financiación autonómica desde el plano multilateral y al mismo tiempo articular una financiación singular para un territorio tan importante como Catalunya". Ahora bien, veinticuatro horas después, la portavoz del PSOE, Esther Peña, rebajaba las expectativas y descartaba un concierto económico.

Eso se complementaba con unas declaraciones de Illa el mismo lunes, en el que señalaba que quiere un modelo que contemple las "singularidades" de Catalunya porque "no se puede tratar igual a los diferentes": "No es ningún privilegio, es justicia". En este sentido, se refería al hecho que no es justo que Catalunya sea el tercer territorio en aportación de recursos y el decimocuarto en recepción de estos. Con todo, el líder del PSC remarcaba su apuesta por un consorcio tributario entre las haciendas española y catalana (que no se ajustaría a las demandas de ERC) e instaba a debatir en el "marco multilateral correspondiente", siempre que se tengan presentes las "singularidades" de Catalunya. Estos elementos son, sin duda, piedras angulares de unas negociaciones a las cuales socialistas y republicanos han dado el pistoletazo de salida este martes.

El pleno del 25, en el aire

Por otra parte, con Illa descartado para la investidura del 25 de junio, el escenario más probable es un acto equivalente a una investidura fallida. Si hasta ahora se sostenía que podría celebrarse un pleno igualmente aquel día, aunque fuera para hacer lectura de este acto equivalente, este martes fuentes parlamentarias señalan que no necesariamente habría pleno para hacer esta comunicación, ya que "jurídicamente" no se requiere. Mientras tanto, Rull ha puesto en marcha los contactos con los grupos. Este martes se reúne con Comuns Sumar, Vox, el Partido Popular, la CUP y Aliança Catalana; y lo hará mañana por la mañana con Junts, el PSC y Esquerra Republicana. La previsión es que el president del Parlament comparezca este miércoles entre las cuatro y las cinco de la tarde para anunciar su decisión.