Sin acuerdo todavía para los presupuestos de la Generalitat, las que ya han podido prosperar son las cuentas del Parlament. Eso sí, la votación de la cámara no se ha sacado adelante sin ciertas dificultades. Y es que, si en un principio la alianza de PSC, ERC y Junts tenía que otorgar una mayoría muy cómoda para aprobar los presupuestos, los de Borràs y Turull se han descolgado casi al último momento y han obligado a los socialistas y los republicanos a quedarse solos. Junts ha acabado optando por la abstención (después de haber aprobado el proyecto en la Mesa ampliada del pasado 29 de septiembre) junto con Cs y el PP, mientras que Vox, la CUP y los comuns se han decantado por el 'no'.
El principal escollo que ha complicado el escenario presupuestario es el de la regularización de las dietas, es decir los desplazamientos de los diputados, que no están sujetos a IRPF y, por lo tanto, no tributan en el total de su retribución. De hecho, este plus se cobra aunque no se hagan viajes y actúan como complemento salarial. La polémica por las indemnizaciones que reciben a los representantes por estas cuestiones todavía no se ha resuelto del todo. Es cierto que los grupos han acordado la reducción progresiva de estas indemnizaciones para que pasen a la asignación fija, y que los presupuestos del próximo año establecen que una parte de las dietas se contabilice a partir de enero dentro de los sueldos de los diputados (que sí que tributan). Pero el año pasado los grupos parlamentarios se comprometieron a conseguir que en el siguiente ejercicio todas las dietas pasaran a tributar, iniciativa que todavía no ha prosperado.
La falta de acuerdo entre los grupos se ha puesto de manifiesto a lo largo del debate, con críticas por parte de Junts, la CUP y los comuns. Por su parte, el diputado de Junts Jordi Munell ha argumentado la abstención de su grupo porque, según ha dicho, "no se ha abordado de una vez por todas" la regularización de las dietas. "Quien presupuesto pasa, año empuja", ha criticado Munell, que ha dicho que echa de menos más sentido institucional de los partidos. La diputada de la CUP Eulàlia Reguant ha criticado que el Parlament se apresure para resolver cuestiones que afectan a los trabajadores de la cámara, en referencia a las licencias por edad, pero en cambio "mire a otro lado cuando el escándalo afecta a diputados". También se ha quejado de que los cupaires hayan presentado tres propuestas en esta línea el último año pero no se les haya hecho caso. Y la diputada de los comuns Susana Segovia ha criticado el "sueldo encubierto" que suponen las indemnizaciones, señalando especialmente los grupos representados a la Mesa a los cuales ha pedido responsabilidad.
Los detalles de los presupuestos del Parlament
El presupuesto del Parlament para el año 2023 es de casi 67 millones de euros, una cifra que ha registrado un incremento del 2,13% con respecto al año pasado. Según ha explicado la vicepresidenta segunda, Assumpta Escarp, a pesar del aumento de recursos para las cuentas para el próximo año se ha intentado seguir un criterio de "contención". El apartado que ha registrado un incremento mayor es el de gastos corrientes de bienes y de servicios, que aumenta en un 28,35% y que se ha establecido principalmente para sufragar la subida en el coste de la energía. En cambio, el apartado de personal ha bajado ligeramente pese a incorporar la mensualidad de la indemnización por las dietas y el aumento de sueldo en un 2% a trabajadores y funcionarios. Escarp ha remarcado que en la elaboración de las cuentas se ha hecho un análisis de la brecha salarial de género, que ha señalado que es negativa en casi todos los grupos estudiados. El pleno también ha aprobado los presupuestos del Síndic de Greuges, del Consejo de Garantías Estatutarias y el de la Sindicatura de Cuentas, los cuales han subido en los tres casos.