El sábado fue la parte más visible de la remodelación, con Pedro Sánchez anunciado en público los nombres de los siete nuevos ministros. Pero a los cambios de primera fila les siguen los de la sombra, el sottogoverno. El mismo sábado trascendió la marcha del gurú independiente Iván Redondo, cabeza de gabinete del presidente español, que fue sustituido por una persona de partido, Óscar López. Ahora quien dirá adiós será el periodista Miguel Ángel Oliver, que ocupa la secretaría de Estado de Comunicación. Su lugar lo ocupará otro hombre de partido, el exdiputado del PSC Francesc Vallès. Será él quien dirija la comunicación de La Moncloa en la nueva etapa que empieza.
Francesc Vallès ha hablado esta misma tarde con el presidente Pedro Sánchez, que le ha comunicado su decisión, según ha podido confirmar ElNacional.cat. Así, ya está preparando el relevo al frente de la Secretaría de Estado de Comunicación, que culminará el martes que viene, con la aprobación del nombramiento en Consejo de Ministros.
Nacido en Reus, de 50 años, Francesc Vallès fue, durante tres legislaturas, diputado del PSC en el Congreso por la demarcación de Tarragona. En esta etapa, que culminó en el 2016, coincidió justamente con Pedro Sánchez y llegó a ser secretario general adjunto del Grupo Socialista. Fue en la cámara baja donde estableció una buena amistad con Óscar López, ahora jefe de gabinete de Pedro Sánchez y que ha repescado a Vallès. De hecho, su cargo colgará de López.
Su perfil escapa el del periodismo y la comunicación, que es lo que tendrá que gestionar. Es doctor en Derecho por la UAB, donde ejerce de profesor en Derecho Constitucional, y dispone de un máster por la Universidad de Georgetown. En los últimos años se habían impuesto justamente los periodistas y comunicadores, como el que ahora cesa, Miguel Ángel Oliver, que ha acompañado a Sánchez desde el 2018. Antes, el presidente Mariano Rajoy contó con la periodista Carmen Martínez Castro, y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero combinó: primero el periodista Miguel Barroso y después el político Fernando Moraleda.
Redondo, primero defenestrado
El primero defenestrado del sottogoverno fue justamente el polémico Iván Redondo. Ayer, durante los traspasos de carteras, su espíritu estuvo presente. El nuevo ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, admitió que preferiría no ser ministro. "La de veces que me he alegrado de no ser ministro", ironizó el nuevo dirigente, que hasta ahora había trabajado en la sombra de La Moncloa. "Pero ni se puede pedir ni se puede rechazar", añadió después. Se leyó como un dardo a Iván Redondo, que según El País habría pedido esta misma cartera y acabó saliendo. Pero el mismo ministro lo desmintió después en una conversación informal con la prensa.