A pesar de las reuniones 'in extremis' entre los partidos independentistas y las presiones de última hora, no ha habido final inesperado. JxCat ha consumado el pacto con el PSC durante el pleno de la Diputación de Barcelona, celebrada este mediodía, y la socialista Núria Marín ha salido escogida presidenta del ente supramunicipal, tal como los dos partidos acordaron el viernes pasado.
La también alcaldesa de l'Hospitalet de Llobregat ha accedido al cargo en segunda vuelta, consiguiendo una mayoría simple de 23 votos, los 16 de su grupo y los 7 del espacio postconvergente. También habían presentado candidatura ERC, que ha reunido 17 votos –los suyos 16 más el de la diputada de Tot per Terrassa-, los comuns (5), Cs (4) y PP (2).
Su primer discurso como nueva presidente del ente, Marín ha lamentado la "división" de la sociedad catalana, pero ha defendido que los responsables políticos no pueden rehuir ni "estropear" los "espacios que compartimos". Por este motivo, ha defendido que "lo mejor que podemos hacer todos en nuestro país es evitar que aquello que nos separa impida trabajar juntos en aquello que nos une". También ha defendido el "diálogo" y ha asegurado que en política tiene que haber "ante todo, acuerdo y diálogo".
Negociaciones fracasadas entre ERC y JxCat
En los últimos días JxCat y ERC habían mantenido reuniones y contactos para intentar forjar un pacto independentista, pero las conversaciones han sido en vano y finalmente los postconvergentes han mantenido el acuerdo con el PSC. Una decisión que ha irritado profundamente a los republicanos, que les acusan de haber evitado un presidente del ente independentista.
Así, en su turno de intervención, el republicano Dinonís Guiteras ha reprochado el pacto a sus socios de Govern a la Generalitat, asegurando que la victoria de una candidatura independentista era posible, ya que hubiera sumado 24 diputados provinciales. En este sentido, Guiteras ha asegurado que le "sorprende" el pacto adoptado y ha lamentado que este sea "irreversible". También ha lamentado que la institución no se pueda "alinear" con las otras tres diputaciones del país, que sí que están gobernadas por pactos independentistas. Sin embargo, ha asegurado que harán una oposición "responsable, firme e implacable".
A su vez, Joan Carles García (JxCat) ha rehuido la polémica y ha defendido la necesidad de llegar a acuerdos "en favor de los ciudadanos". En este sentido, ha defendido la "autonomía local" y se ha comprometido a "trabajar para todos los ciudadanos".
Cs y PP acusan a los socialistas de pactar con Puigdemont
Por otra parte, Cs y PP ha aprovechado sus parlamentos para acusar a los socialistas de pactar con Carles Puigdemont. En este punto, el portavoz del primer grupo, Salvador Tovar, se ha preguntado si detrás del acuerdo hay un "documento oculto" e "inconfesable" y que podría llevar al indulto de los presos. Por todo eso, ha acusado a Marín de consumar un pacto "sospechoso", "poco transparente" y "contra naturaleza" y ha avisado de que otro acuerdo era posible.
El popular Xavier García Albiol, por su parte, ha avisado de que la Diputación es una institución con un presupuesto muy elevado, de casi mil millones de euros, y ha avisado de que estos podrían servir a Puigdemont por sus "intereses".
Enrocamiento de posiciones y reproches mutuos entre independentistas
Durante las negociaciones, el espacio postconvergente pedía para romper el pacto alcanzado con el PSC en la Diputación, que los republicanos revirtieran los que tienen con este mismo partido en varias poblaciones catalanas, donde les arrancaron la alcaldía a pesar de ser la fuerza más votada. Especialmente ponían énfasis en tres espinas pintiparadas: Sant Cugat, Figueres y Tàrrega.
Los republicanos, por su parte, rechazaban esta petición al considerar que no se podían deshacer los pactos municipales, y acusaban a JxCat de utilizar esta reversión como "excusa" para no romper con el PSC. Además, fuentes del partido acusan a JxCat de no haberles hecho ninguna propuesta en firme ni haberles entregado ningún documento.
Después de este nuevo episodio, los dos partidos se acusan mutuamente de ser los culpables de haber dinamitado la unidad del independentismo. Sin embargo, las dos fuerzas políticas intentan aislar el Govern de este nuevo episodio de disputas, que llega en medio de ronda de contactos con partidos y entidades iniciada por el presidente Quim Torra para rehacer la unidad estratégica a la espera de la sentencia.
Concentración contra los pactos del 155, en la puerta
Fuera del edificio, algunos centenares de personas convocadas por la ANC se han manifestado contra los pactos con los socialistas y por la falta de unidad independentista. Equipados con lazos amarillos, "esteladas" y carteles con el lema "Stop155, ni pactos ni abstenciones con el 155", han silbado a todos los diputados que han ido entrando en el edificio sin discriminar partido.
Entre los lemas entonados, destacan "vergüenza colaboracionistas", "ERC y PDeCAT, la paciencia se ha acabado", "gente del PDeCAT, lo habéis cagado" o "Núria Marín, no".