El pleno del Ajuntament de Vilanova i la Geltrú ha aprobado instar a la Comisión de Nomenclátor a cambiar el nombre de la plaza del 1 de octubre de 2017, situada en el parque de Baix-a-mar, a propuesta del Partido Popular y con los votos a favor del PSC y la abstención de los Comuns (los dos partidos en el gobierno municipal). A la sesión de este lunes por la noche, el consistorio ha aprobado una moción del PP que defiende "la neutralidad y la pluralidad de los espacios públicos", con la cual también se acuerda retirar todas las placas conmemorativas vinculadas al día del referéndum situadas en centros cívicos y centros educativos. Los populares han contado con el apoyo del PSC, que dispone de 11 concejales, y la abstención de Vilanova en Común, socios de ejecutivo de los socialistas con 2 concejales. El resto de partidos, ERC, Junts, Transformem y la CUP, han votado en contra con duros reproches hacia el PSC y el PP.
A pesar de la petición del pleno municipal, la mayoría de los miembros de la Comisión del Nomenclador no han cambiado respeto del 2018, que es cuando Vilanova, con mayoría independentista, decidió denominar la plaza con este nombre. Por eso, según apunten fuentes del consistorio de Vilanova, probablemente el nombre de la plaza no cambiará.
Los populares, encabezados por el concejal Carlos Remacha, han defendido la moción asegurando que el referéndum del 1 de octubre del 2017 "fue ilegal" y han arreciado que el consistorio "tiene que garantizar la neutralidad del espacio público, donde se tiene que favorecer la convivencia en que todos los villanovenses tengan garantizado un espacio de encuentro igualitario." "El recordatorio de aquella jornada solo revive unas sensibilidades que afectan directamente a la convivencia armónica", ha defendido al portavoz del PP. El PSC ha justificado su voto a favor de retirar los símbolos del 1-O resaltando que el partido siempre ha tenido un posicionamiento contrario al independentismo. El concejal Gerard Llobet ha remarcado que modificar el nombre de la plaza será una cuestión que tendrá que acordar la Comisión del Nomenclátor, "donde cada uno defenderá diferentes posicionamientos y se decidirá los cambios".
Regañadas de la ANC
El apoyo de los socialistas ha provocado la regañada de parte del público que llenaba el salón de plenos este lunes por la noche. Miembros de la ANC han tildado al PSC de "fascistas", un grito que ha replicado el alcalde Juan Luis Ruiz exigiendo "respeto por las nuevas mayorías". "De la misma manera que aquí hubo una mayoría que decidía democráticamente el año 2018, ahora pasa el mismo y no nos pueden decir 'fascistas' si no les gusta", ha dicho el alcalde, haciendo referencia que en los anteriores mandatos había una mayoría independentista.
La justificación de los Comuns
A su vez, desde Vilanova en Comú se han mostrado partidarios a recordar el 1-O, pero han justificado la abstención al pleno reprochando que las placas situadas en centros cívicos y escuelas no se consensuaron nunca al pleno, como sí que se hizo la denominación de una plaza en el barrio de mar. Por otra parte, Junts y la CUP han lamentado que la retirada de elementos vinculados al 1-O llegue después de haber acordado sacar la estelada del ayuntamiento y salir del Associació de Municipis per la Independència. ERC, a su vez, ha definido la retirada de los elementos recordatorios del referéndum como una "censura": "Es un menosprecio hacia la voluntad democrática de la ciudadanía catalana", ha aseverado a la republicana Conxi Martínez.
La decisión la tomará la Comisión del Nomenclátor
Después de aprobar la moción de este lunes, ahora será la Comisión del Nomenclátor quien tendrá que decidir cuál es el futuro de la plaza del 1 de Octubre. El ente hará una propuesta que posteriormente tendrá que aprobar el pleno, con mayoría absoluta del PSC y los Comuns. La comisión la preside el alcalde, y forman parte el secretario general del Ayuntamiento, los concejales miembros de la Comisión Informativa de la concejalía competente en nomenclátor y el jefe de servicio, y también cuatro técnicos municipales.
Por parte de la sociedad civil, participan un miembro del Casal de Mujeres, de la Oficina de Catalán, del Instituto de Estudios Penedesencs, así como un representante de uno de los Consejos Municipales de las asociaciones de vecinos. También hay un máximo de tres personas ajenas al Ayuntamiento, en título individual o miembros de entidades con conocimientos sobre toponomástica o patrimonio. El reglamento establece que esta comisión decide los nombres de calles y plazas por consenso. Cuando este no sea posible, los nombres se someten a votación para determinar la mayoría simple. Si hay empate, decide el voto de calidad del alcalde (o concejal en quién delegue la presidencia).