El PSC ha vuelto a rechazar dar apoyo externo a un Govern en minoría entre ERC y En Comú Podem, idea que los mismos comuns han vuelto a recuperar a raíz del distanciamiento entre los dos principales partidos independentistas durante las negociaciones.
Lo ha dicho la misma portavoz socialista en el Parlament, Alícia Romero, en una rueda de prensa desde la cámara esta tarde: "Aragonès no puede ser la solución a los problemas del país. No puede volver a presidir un Govern dividido y caducado".
En este sentido, Romero ha vuelto a dejar clara la posición del PSC: la única alternativa posible a un Govern independentista es uno de izquierdas presidido por Salvador Illa, ya que es quien ganó las elecciones. Además, Romero ha recordado que "no daremos apoyo a un Govern que persiga la independencia".
Romero ha matizado de esta manera sus propias palabras de esta mañana, cuando en una entrevista conjunta en La2 y en Ràdio4 ha dicho que si ERC quiere su apoyo "que nos llamen y hablamos". "Es ERC quien no quiere hablar con el PSC, es ERC quien firmó aquel cordón sanitario y si vamos a elecciones será porque ERC lo ha querido", ha respondido al ser preguntada por la entrevista de esta mañana.
Calabazas a los comuns
Así pues, Romero no ha cerrado la puerta a hablar con los republicanos porque "hablamos con todo el mundo" pero ha dejado claras las líneas rojas: el presidente de un Govern de izquierdas tiene que ser Illa. Esto choca frontalmente con las aspiraciones de los comuns, que en los últimos días se han visto mucho más cerca de estar en el próximo Govern.
La misma líder en el Parlamento, Jéssica Albiach, ha pedido públicamente a Aragonès entrar en el Ejecutivo y ha reclamado los votos del PSC. "No entendería que el PSC se ponga de perfil ante una posible repetición electoral", ha dicho concretamente. Y, aunque el espacio morado se ha abierto a aceptar los votos de Junts -siempre que sean gratuitos-, estarían mucho más cómodos siendo investidos solo con el apoyo de los socialistas.
Sin embargo, el posicionamiento del PSC obliga a los de Albiach a escoger entre dos alternativas. Un paso para olvidarse del Govern con ERC y pactar con los socialistas, tal y como ha pedido la misma Romero recordando que esta es una fórmula que "funciona" en la Moncloa y en el Ayuntamiento de Barcelona. La otra obligaría a republicanos y comuns a depender de los votos de Junts, cuyo secretario general, Jordi Sànchez, ya ha advertido que no regalará sus votos.
La ambigüedad del PSC que espolea a los comuns
Es evidente que el estropicio en las últimas horas entre ERC y Junts ha provocado cierta ambigüedad por parte del PSC. Por una parte los socialistas siguen defendiendo que la alternativa a un Govern independentista pasa por la presidencia de Illa, pero por la otra no se privan de pedir a los republicanos que "si quieren nuestro apoyo, que nos llamen y hablemos".
Por su parte, ERC sigue insistiendo en que todo depende de la formación de Carles Puigdemont. De hecho, los republicanos ya han avisado de que si el acuerdo con Junts no acaba fructificando ni para la investidura, no irán a buscar los votos del PSC. "Sólo hay un escenario posible que sólo depende de Junts: o arrancamos la legislatura con un gobierno de ERC o abocamos el país a una repetición electoral", ha sentenciado la misma portavoz nacional, Marta Vilalta.