El PSdeG agota las últimas horas de la campaña electoral con un Pedro Sánchez entregado a Galicia. El presidente español tenía agenda el jueves en La Corunya y tiene un acto este viernes en Santiago de Compostela para acabar de propulsar al candidato socialista a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro. Y es que desde principios de año el PSOE ha desembarcado a Galicia (con actos de partido, mítines y visitas de un buen número de ministros) para auspiciar el PSdeG, un partido que, según todas las encuestas, perderá algunos escaños con respecto a los catorce que tiene actualmente y que ya suponen el peor registro de su historia. “Nunca había habido en Galicia un apoyo tan grande de un presidente socialista. Ferraz está realmente volcado y la apuesta por Galicia es bastante evidente”, señalan a ElNacional.cat fuentes del PSdeG. Las mismas voces definen Sánchez como el “presidente español más gallego”, ponen de relieve que “se nota que, por primera vez en mucho tiempo, hay partido” para llegar a la Xunta y aseveran que “el PP está haciendo una campaña muy errática y con mucho nerviosismo”. Hay ganas de ganar Feijóo en su casa.

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En esta línea, Antón Losada, profesor de Ciencias Políticas de la Univerisdade de Santiago de Compostela, considera que todo lo que sea que el presidente español haya ido a Galicia “es una bendición para Besteiro” y Fernando Martínez, profesor de Ciencias Políticas de la Universidade de Vigo, subraya que el líder del PSOE puede servir para “movilizar el voto urbano y que vota a PSOE en Galicia en las generales y no vota al PSOE en las autonómicas”. Sánchez se está implicando en esta campaña electoral, como hizo José Luis Rodríguez Zapatero en 2005, una intervención que en aquel momento ayudó a echar a Manuel Fraga Iribarne de la Xunta y permitió la coalición entre el PSdeG y el BNG con Emilio Pérez Touriño al frente. Zapatero vuelve ahora a Galicia y, con el estilo que ya exhibió las semanas antes del 23J, se ha convertido en una de las voces más duras contra el giro de postura del PP sobre los indultos.

¿Y cómo llega el PSdeG al 18F? En las últimas elecciones gallegas, en 2020, con Gonzalo Caballero al frente, se mantuvo en los catorce escaños que había conseguido cuatro años antes (el peor resultado de su historia) y perdió 4.000 votos. No conseguía tan pocos sufragios desde las primeras elecciones democráticas, en 1981, aunque en aquella ocasión obtuvo un porcentaje ligeramente superior. Actualmente, una de las grandes figuras políticas y mediáticas del PSdeG es Abel Caballero, conocido por todo el Estado por su apuesta por una iluminación navideña descomunal. Es el alcalde de Vigo desde 2007 y encadena tres mayorías absolutas (ahora mismo el PSdeG tiene 19 de los 27 concejales). Los socialistas también ostentan las alcaldías de la Coruña (con Inés Rey) y de Lugo (con Paula Alvarellos) y presiden estas dos diputaciones.

El voto dual castiga el PSdeG

Una de las situaciones que se repite en todas las elecciones gallegas es el llamado voto dual, que se da cuando parte del electorado tiende a votar en un sentido en las elecciones generales y en otro cuando los comicios son autonómicos. Es algo que históricamente había pasado en Catalunya: la CiU de Jordi Pujol conseguía mayorías absolutas en el Parlament, pero el PSC se imponía en las elecciones generales. En Galicia todavía pasa algo de este estilo y los socialistas siempre tienen el reto de movilizar al electorado que les da confianza cuando se vota el Congreso de los Diputados y que, cuando se decide quién tiene que presidir la Xunta, tiene más tendencia a abstenerse o a apostar por el BNG. “Es muy difícil sacar de su casa gente que no vota habitualmente”, señala Bran Barral, profesor de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Univerisdade de Santiago de Compostela

Dos ejemplos para entenderlo. El primero, el más reciente, nos lleva a los resultados de las elecciones del 23 de julio. En Galicia, el PP fue la primera fuerza, pero el PSOE consiguió el 30% de los sufragios, tres veces más que el BNG: los socialistas gallegos tienen siete diputados y el BNG, uno (Néstor Rego). Además, en aquellos comicios Sumar obtuvo 25.000 votos más que el BNG. De cara al 18F, los nacionalistas gallegos serán la segunda fuerza, superarán con creces el PSdeG y Sumar se mantiene al límite de obtener representación. Es lo mismo que pasó hace cuatro años: en noviembre del 2019, en las generales, el PSOE se quedó a solo 10.000 votos del PP y cultivó casi cuatro veces más de votos que el BNG, pero en julio del 2020, en las autonómicas, el BNG hizo el sorpasso a los socialistas por 55.000 votos y el PP más que dobló el PSdeG.

En esta línea, Xoaquín Fernández, presidente del PSdeG entre 2017 y 2021, apunta en conversación con ElNacional.cat que ahora el voto dual “es mucho más amplio que nunca, ya que, con el paso de los años, la generación de la transición, que era más fiel, tiene menos peso y ganan peso las generaciones que son más bien de relaciones políticas esporádicas”. “Es importante darse cuenta de que cada elección es un mundo y en cada momento los electores toman las decisiones dentro de su campo. Las autonómicas siempre han sido unas elecciones más difíciles para el PSdeG y más favorables para el nacionalismo, y ahora eso se exacerba un poco más”.

Además, no es menos cierto que el BNG ha seducido a los votantes del PSdeG. El 48% de los que votaron a los socialistas en el 2020 afirman que el BNG está planteando asuntos de más interés para Galicia (solo el 26% considera que lo está haciendo el PSdeG) y el 45% considera que Ana Pontón es la candidata que se preocupa más por los problemas de Galicia. Todavía más: casi uno de cada tres votantes socialistas de las últimas elecciones autonómicas afirma que el 18F votará a los nacionalistas gallegos.

Un candidato que vuelve a la primera línea política sin tiempo para posicionarse

El gran handicap de José Ramón Gómez Besteiro, el candidato del PSdeG, es que estuvo seis años en hibernación hasta que se archivaron las causas judiciales en las que se lo había involucrado sin fundamento. Fuentes del equipo del PSdeG explican a ElNacional.cat que la maniobra de Rueda de avanzar las elecciones, con la Navidad y el carnaval enmedio e intentando que “no haya mucha campaña”, era una estrategia del PP para perjudicar Besteiro, que es la primera vez que se presenta. ¿Cómo lo han intentado revertir? “Con mucha estrategia de redes sociales para llegar a cada móvil de cada persona e intentando pasear mucho Besteiro para que salude a la gente”. Además, subrayan que aparecer en medios de tirada española es una manera de llegar a su electorado y ponen de relieve que celebrar las elecciones ahora, solo en Galicia, les permite “tener todo el foco del Estado”.

Asimismo, desde el BNG señalan uno de los elementos que están utilizando para distanciarse del BNG es “remarcar que Besteiro es un candidato gestor”: después de haber formado parte del gobierno del Ayuntamiento de Lugo entre 1999 y 2007, de 2007 a 2015 presidió la Diputación de Lugo y afirman que sobresalió en el sistema de residencias públicas. Xoaquín Fernández añade que “una de las fortalezas del PSdeG es que tiene más capacidad por influir en el Gobierno de España y eso lo hace valer y lo hace presente en la campaña”.

Besteiro acte PSdeG   EFE
José Ramón Gómez Besteiro, en un acto en Camariñas (Coruña) / Foto: EFE

Con respecto a la campaña, el PSdeG la ha articulado en dos ejes principales: el refuerzo de los servicios públicos después de “quince años de dejadez que pasan factura”, poniendo énfasis en la sanidad, la educación, las residencias y la vivienda, y la industrialización, después de que Galicia, que “era conocida por la potencia industrial, perdiera 40.000 empleos industriales en diez años”. Además, el PSdeG aboga por una “defensa de la identidad gallega de la mano de más competencias”. Sobre la estrategia errática de Alberto Núñez Feijóo, los socialistas indican que “la gente de aquí no vota ni por Puigdemont ni por los indultos y sabe diferenciar cuando está en unas elecciones y en otras”. “Lo que denota el PP hablando de indultos y de Bildu es que no tienen nada que decir sobre Galicia. Feijóo los reventó la campaña y han tenido que borrar la palabra amnistía”, remachan.

¿Y cómo se desmarcan los socialistas del BNG? El PSdeG quiere “mirar hacia fuera y no solo hacia dentro” porque “en un mundo globalizado, la batalla no se puede dar solo aquí”. Asimismo, los socialistas arguyen que el BNG ha tendido hacia una “moderación clara” y consideran que “son ellos más los que están asimilando” su discurso que al revés. Sea como sea, el debate a dos entre Pontón y Rueda en TVE, que tuvo buena audiencia y se saldó con un doble monólogo contra el “candidato ausente”, sirvió para “evidenciar que no pasa nada porque gobierne la izquierda en Galicia”. “Si escuchabas Pontón y cerrabas los ojos, parecía más del PSdeG que del mismo BNG”, comentan los socialistas. Xoaquín Fernández se suma a esta lectura: asevera que el BNG “ha puesto mucha sordina a las cuestiones identitarias” y concluye que la práctica política del BNG y del PSdeG “es más coincidente que en otros sitios porque la tensión nacionalista es menos fuerte”.

En busca del tercer gobierno de la Xunta con presencia socialista

Un elemento que ha caracterizado a las candidaturas socialistas en los últimos años, y que ahora se quiere romper con un Besteiro que también se erige en “candidato de futuro” en palabras de Antón Losada, ha sido la inestabilidad en el liderazgo. Prueba de ello es que ha presentado a un candidato diferente en las últimas cinco elecciones. El último que repitió fue Emilio Pérez Touriño: se presentó entre 2001 y 2009, y en 2005 logró llegar a la presidencia de la Xunta con el primer gobierno de coalición con el BNG de la historia. En 2005 y 2009, el PSdeG obtuvo 25 escaños, la segunda mejor marca de todos los tiempos, superando la barrera de los 500.000 votos, algo de lo que siempre había estado lejos.

Ahora bien, esa experiencia de 2005 no fue la primera vez que los socialistas gobernaban Galicia. Hay un primer testigo casi anecdótico en los años 80. Durante la segunda legislatura de Gerardo Fernández Albor (de Alianza Popular), el entonces líder del PSdeG, Fernando González Laxe, presentó una moción de censura y logró presidir la Xunta durante un par de años en coalición con Coalición Galega y el Partido Nacionalista Galego-Partido Galeguista. Este movimiento llegó después de que Xosé Luís Barreiro abandonara Alianza Popular. Por cierto, quien era vicepresidente en ese gobierno gallego que fue desbancado por la tercera moción de censura que se presentaba en la embrionaria democracia española (y que fue la primera que prosperó) era, nada menos, que Mariano Rajoy.