El PSOE descarta intervenir desde Madrid en las negociaciones posteriores a las elecciones del 12-M, insta a Esquerra Republicana a no bloquear una investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat y promete a Carles Puigdemont "seguir cumpliendo los acuerdos" si Junts queda fuera de la gobernabilidad catalana. Son las tres claves del discurso pronunciado este lunes por la portavoz socialista, Esther Peña, para valorar desde Ferraz el resultado de los comicios catalanes. "El Gobierno de Catalunya se decidirá desde Catalunya, ni en Madrid ni en ningún otro sitio", ha manifestado.

 

Peña ha comparecido después de que Pere Aragonès haya anunciado que abandona la primera línea política, después de una derrota histórica de los republicanos en las urnas este pasado domingo. El todavía president de la Generalitat en funciones, igual que el 12-M por la noche, ha hecho un llamamiento a Junts y PSC a "entenderse", en tanto que ha dado por hecho que los republicanos no facilitarán una investidura de Salvador Illa como jefe del Govern. Ante eso, la portavoz del PSOE ha recordado a ERC que "una de las lecturas" del 12-M ha sido que el electorado catalán "penaliza a quien bloquea". Así, ha opinado que socialistas y republicanos "comparten muchas soluciones y recetas. Fuentes socialistas, de hecho, señalan que hay que esperar a que el partido de Oriol Junqueras "digiera" los resultados del 12-M y entender que "han tenido que hacer un viaje largo en muy poco tiempo": de defender la vía unilateral para independizarse de España a negociar con el Estado en Madrid y ahora tener que soportar el pressing de hacer presidente el líder del PSC. "Calma" es lo que ha recetado también Esther Peña durante su rueda de prensa.

Dicho esto, y preguntada por si el juego de alianzas catalán puede desestabilizar a Pedro Sánchez en la Moncloa, la portavoz de los socialistas españoles ha aseverado que "el PSOE cumple sus acuerdos". "Y no tengo ninguna duda que el resto hará lo mismo", ha rematado, en referencia a Carles Puigdemont. Ha dejado bien claro que los resultados del 12-M no influirán en la estabilidad del Gobierno. El president de la Generalitat en el exilio ha instado este lunes al partido de Pedro Sánchez a "cumplir los pactos" firmados en Bruselas con el fin de mantenerlo en pie en la Moncloa cuando intente colocar a Salvador Illa en el Palau de la Generalitat. En otras palabras: ha vuelto a avisar al presidente español de que si Illa hace 'un Collboni', Junts dejará de tener incentivos para seguir participando en la gobernabilidad española.

Paralelamente, Carles Puigdemont ha anunciado que presentará su candidatura a ser investido president de la Generalitat. Su argumento es el siguiente: por mucho que el independentismo no llegue a la mayoría absoluta, tiene detrás suyo una suma más natural que la que tiene Salvador Illa. Es decir, que el independentismo suma 59 escaños; 61 si se cuenta a Alianza Catalana. Mientras que el PSC necesita unir fuerzas con Esquerra Republicana y los comunes para sumar una mayoría absoluta, cosa que implicaría un pacto entre una formación unionista y una independentista. La suma natural de los socialistas catalanes, que solo sería con los Comuns, agruparía solo 48 escaños.

"Pasar página"

La primera valoración que hizo al PSOE de los resultados de las elecciones catalanas llegó el mismo 12-M por la noche. Los socialistas españoles esperaron a que ya hubiera comparecido Salvador Illa para celebrar su pletórica victoria en los comicios. La primera lectura que se hizo en Ferraz fue que la estrategia política de Pedro Sánchez para resolver el conflicto político entre Catalunya y España anestesiando al independentismo ha funcionado. "Se ha demostrado que los socialistas estábamos en el buen camino; está claro que ha valido la pena", manifestó Esther Peña en una comparecencia la noche del domingo. La rueda de prensa de este lunes ha ido en la misma dirección.

"Catalunya ha decidido abrir un nuevo tiempo con un gobierno de Salvador Illa", manifestó la portavoz del PSOE. La otra lectura en clave españolista de la cita electoral que hicieron a Ferraz este domingo es que el triunfo incontestable del PSC también ha puesto de manifiesto que la derecha española es "la gran fábrica de independentistas". El argumento del PSOE es que cuando ellos gobiernan España, el apoyo a la independencia de Catalunya disminuye. Hay que recordar, sin embargo, que en las elecciones catalanas del 2021 el independentismo consiguió mayoría absoluta en votos y en escaños (74), y ya hacía tres años que Pedro Sánchez ocupaba la Moncloa. El fenómeno abstencionista empezó a ponerse de manifiesto en las elecciones municipales de hace un año, las del 28 de mayo del 2023.