El PSOE ha resuelto el expediente abierto contra la diputada y exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo y le ha impuesto la multa máxima que prevé el reglamento interno, de 600 euros, por romper la disciplina de voto en la ley trans cuando se abstuvo en la votación el pasado 22 de diciembre de 2022, según han informado fuentes del grupo parlamentario a Europa Press. Precisamente, a la salida de la votación de la ley trans en el Congreso, Carmen Calvo afirmó que "siempre" asume las consecuencias de sus actos, al ser preguntada sobre si temía consecuencias por haberse saltado la disciplina marcada por su partido, que votó a favor de la ley.
Así, reconoció que se trataba de un día difícil y que se había decidido por la "opción más compleja". "Es lo que hay que hacer en los días complejos", aseguró. Explicó el sentido de su voto afirmando que está "de acuerdo con que exista una ley, pero no esta ley" y que tampoco coincide "con el 'no' de las derechas que no están nunca para proteger a estos colectivos". Carmen Calvo es una diputada de especial relevancia en el grupo socialista porque fue vicepresidenta del Gobierno y presidenta del partido, y actualmente preside la Comisión de Igualdad del Congreso.
La tortuosa aprobación de la ley trans
El Congreso de los Diputados aprobó la ley trans a finales del pasado diciembre, con la abstención de la socialista Carmen Calvo. Cuando parecía que el PSOE y Unidas Podemos habían superado las últimas reyertas, la exvicepresidenta del Gobierno rompió la disciplina de voto de su grupo parlamentario. Sin embargo, la norma que permite el cambio de sexo sin informes médicos finalmente salió adelante con 188 votos a favor, 150 en contra y 7 abstenciones y llegó a la recta final de la tramitación parlamentaria después de cinco meses de negociaciones complicadas, primero en el seno del ejecutivo estatal y posteriormente en la cámara baja.
La ley trans reconoce la autodeterminación de género, de manera que permite la rectificación de nombre y sexo de las personas trans en el Registro Civil a partir de los 14 años. Además, desarrolla una serie de medidas para garantizar los derechos de las personas LGTBIQ+. Finalmente, todos los socialistas votaron a favor. Pero Calvo decidió romper la disciplina de voto y se abstuvo. Hacía tiempo que se había mostrado crítica con el texto, especialmente con la autodeterminación de género, motivo por el cual finalmente emprendió este complicado gesto y votó en contra del resto de su grupo, un gesto que le ha acabado costando 600 euros.