Mientras el pleno del Tribunal Constitucional continúa reunido para decidir si ordena medidas cautelarísimas para parar la tramitación parlamentaria de la reforma del Código Penal —ahora ya se encuentra en el Senado—, el PSOE y Unidas Podemos, los dos partidos que forman el Gobierno, han reaccionado a las primeras decisiones del alto tribunal. El TC ha admitido a trámite el recurso del Partido Popular que busca parar estos cambios normativos y ha rechazado las recusaciones que socialistas y Podemos habían presentado por "mandato caducado" al presidente del tribunal, Pedro González-Trevijano, y Antonio Narváez. Esta última votación ha sido muy ajustada y no ha prosperado por los 6 votos que se han inclinado para rechazar las recusaciones frente a los 5 progresistas que eran partidarios de aceptar la petición del ejecutivo estatal. Desde el PSOE, la secretaria de Igualdad, Andrea Fernández, ha afirmado que el hecho de que Trevijano y Narváez hayan votado en contra de su propia recusación en el órgano de garantías se convierte en un "abuso lacerante de las instituciones democráticas". Fernández ve "muy grave" que este "abuso no tenga ninguna consecuencia".
De las filas socialistas también se ha pronunciado al respecto Santos Cerdán, secretario de organización del partido, que ha publicado en Twitter después de trascender estas decisiones del TC: "Ahora ya se entiende mejor qué quiere decir Feijóo cuando dice que está dispuesto a llegar hasta donde haga falta". Lo que reclamaban PSOE y Unidas Podemos es la recusación de González-Trevijano y Narváez en entender que tienen "interés directo" al paralizar la reforma —que incluye cambios en el sistema de elección de magistrados del TC— porque esta permitiría sustituirlos.
"Un golpe a la democracia parlamentaria"
En el caso de Podemos, elevan el tono y ven "muy mala señal" que el Constitucional haya admitido a trámite el recurso del PP con el objetivo de paralizar la reforma que se tramita en las Cortes Generales. "Todo indica que el ala derecha del órgano tiene intención de seguir con su golpe a la democracia parlamentaria", han señalado fuentes de la coalición morada, según recoge Europa Press. Esta mañana, el partido manifestaba que si el órgano de garantías "constitucionalmente caducado" se atrevía "por primera vez en 40 años de democracia a intervenir en el proceso de producción de leyes del legislativo, se estaría cruzando una línea roja de gravísimas consecuencias".
En una entrevista, el diputado de Unidas Podemos y secretario general del PCE, Enrique Santiago, ha expresado que "desea" que al TC "no le pase por la cabeza vulnerar el artículo 66 de la Constitución, que hace referencia a la inviolabilidad de las cámaras legislativas, porque solo Tejero impidió el funcionamiento del Congreso". También ha hablado al respecto Jaume Asens, el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, que ha calificado este lunes como un día "fatídico para los demócratas". "El golpe del Tribunal Constitucional contra el pueblo avanza y la separación de poderes retrocede", ha expresado con contundencia.